El aceite de palma acelera el riesgo de metástasis durante meses
▶ El peligro perdura pese a haber estado expuesto poco tiempo
Nueva evidencia científica sobre la relación entre el consumo de ácido palmítico –ácido graso saturado predominante en el aceite de palma– y el riesgo de desarrollar metástasis del cáncer. Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB por sus siglas en catalán) liderados por el investigador ICREA Salvador AznarBenitah ya habían apuntado en 2017 la relación entre la exposición a una dieta rica en ácido palmítico y el riesgo de desarrollar metástasis, aunque ahora han descrito por primera vez el mecanismo por el cual esa exposición alimentaria convierte a las células tumorales en máquinas de hacer metástasis. Se ha visto que esas células desarrollan una identidad más agresiva que perdura en el tiempo, como una forma de ‘memoria’ celular.
El trabajo es relevante porque el uso del aceite de palma cada vez es más común por su bajo coste y su capacidad de conservación. La bollería industrial, el pan industrial y otros alimentos procesados fabricados con esta grasa tardan más tiempo en ponerse rancios. Por eso es casi una misión imposible conseguir en el supermercado una galleta sin esta grasa casi omnipresente.
Cómo revertirlo
«En la anterior investigación descubrimos al fin las células metastásicas y eso fue un avance importante; confirmamos también que una exposición prolongada a una dieta rica en aceite palmítico aumenta el riesgo de que se extienda la enfermedad por nuestro organismo. Ahora hemos visto que ese riesgo perdura durante meses después de la exposición a esta dieta porque las células tumorales recuerdan que tienen esa capacidad, la retienen grabada en su memoria celular», precisa el investigador.
«No importa que después comas sano ni que no hayas estado expuesto mucho tiempo a esa dieta. Si la ingieres en exceso el riesgo perdura durante meses. En este trabajo revelamos por primera vez que existe un factor de ‘memoria’ de la capacidad metastásica y señalamos una vía terapéutica para revertirlo. Es esperanzador», subraya Aznar-Benitah a ABC.
Los autores de la investigación, publicada en la revista ‘Nature’ y en la que se han utilizado ratones a los que se han trasplantado tumores orales y melanomas procedentes de pacientes, han identificado una serie de marcadores que deja la exposición al ácido palmítico en las células tumorales: un cambio que hace que las células mantengan una mayor capacidad metastásica incluso meses después de estar expuestas al ácido graso y que podría estar relacionado con una mayor capacidad de estas células tumorales para inervarse.
Durante la investigación, ratones con cáncer fueron expuestos a una dieta rica en ácido palmítico y se ha observado que tienen mayor capacidad de hacer metástasis en ratones, incluso cuando esta dieta se suministra durante un periodo muy breve de tiempo. Esto se debe a que las modificaciones que genera el ácido graso sobre el genoma de las células metastásicas son permanentes y, consecuentemente, mantienen de forma estable las propiedades más «agresivas». Los autores describen este comportamiento como una ‘memoria estable’.
Los resultados indican que una dieta rica en aceite de palma sería perjudicial para el desarrollo del cáncer, incluso si tiene lugar en una fase muy inicial de la enfermedad en la que el
«En este trabajo revelamos por primera vez que existe un factor de ‘memoria’ de la capacidad metastásica»
tumor primario quizás no ha sido detectado aún. Los científicos han observado que esta capacidad expansiva y colonizadora se adquiere debido al consumo de ácido palmítico (predominante en el aceite de palma), pero no ocurre con el ácido oleico (muy abundante en el aceite de oliva) o el ácido linoleico (propio de la linaza).
Desarrollo de terapias
Estos resultados apuntan a que la agresividad no solo tiene que ver con el metabolismo de las grasas, sino también las modificaciones epigenéticas que se producen en las células tumorales cuando se ingiere ácido palmítico. Otra de las grandes aportaciones de la investigación es, según apunta Aznar-Benitah, que ese ha podido ver que una dieta rica en ácido palmítico permite a las células tumorales crear una red neuronal alrededor del tumor. Las células tumorales metastásicas, las que tienen marcadas en su memoria esa agresividad, adquieren capacidad para llamar al sistema nervioso y la red neuronal que se forma alrededor del tumor genera un entorno regenerativo, que las células utilizan en su propio beneficio, para crecer y expandirse.
Para Gloria Pascual, investigadora del laboratorio de Células Madre y Cáncer del IRB Barcelona, «este descubrimiento abre nuevos caminos para el desarrollo de terapias dirigidas a evitar la metástasis del cáncer que es donde reside la mortalidad».