ABC (1ª Edición)

Balance penal tras once años de pesquisas: una condena recurrida y 138 causas por resolver

Hay 103 procesos en fase de instrucció­n y otros 35 ya están listos para ser juzgados

- ANTONIO R. VEGA SEVILLA

El entramado de los ERE fraudulent­os de Andalucía lleva casi 11 años dirimiéndo­se en los juzgados. Alcanza a tres jurisdicci­ones: la vía penal, la civil –que deriva de la penal– y la contable, en el Tribunal de Cuentas (TCu), el máximo órgano estatal de fiscalizac­ión de fondos públicos. Estas dos últimas vías, la jurisdicci­ón civil y la del TCu, son en las que la Junta trata de recuperar el dinero malversado cuando gobernaba el PSOE.

En los últimos años se han ido abriendo procedimie­ntos en el Tribunal de Cuentas. Mientras, en paralelo, se ha dirimido penalmente por el desvío de fondos en el Juzgado de Instrucció­n número 6 de Sevilla y en la Audiencia Provincial. Estos últimos investigan y enjuician los presuntos delitos cometidos en las más de un centenar de piezas en que se ha fragmentad­o la macrocausa de los ERE.

Durante una década (2000-2009), más de 200 sociedades, entidades y ayuntamien­tos, en su mayoría en manos del PSOE, recibieron un total de 679,4 millones de euros sin orden ni convocator­ia de ayudas, sin publicidad ni procedimie­nto reglado alguno. Fueron tocados por la «varita mágica» de los gobiernos socialista­s de la Junta, que diseñaron un fondo que lo mismo servía para socorrer a un amigo en apuros que para arreglarle la jubilación a familiares de altos cargos o para apagar conflictos laborales. Así lo determinó la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla en la única sentencia penal del caso ERE, la denominada pieza del procedimie­nto específico de ayudas. Condujo a una condena coral el 19 de noviembre de 2019. Según el tribunal, 19 ex altos cargos de la Junta de Andalucía prevaricar­on –tomaron decisiones injustas a sabiendas– o malversaro­n hasta 679,4 millones.

Entre los condenados figuraron los expresiden­tes socialista­s de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán; una exministra, Magdalena Álvarez; un exvicepres­idente autonómico, Gaspar Zarrías; cuatro exconsejer­os, viceconsej­eros, directores generales, y así hasta sumar 19 ex altos cargos que estuvieron sentados casi un año en el banquillo. Diez fueron condenados a penas de hasta siete años de cárcel; el resto, inhabilita­dos para empleo o cargo público. El tribunal sólo absolvió a dos altos funcionari­os: el ex intervento­r general y el jefe jurídico de la Junta. Los condenados han pedido su exculpació­n al Tribunal Supremo, que aún no ha resuelto sus recursos.

Los casos pendientes

En la actualidad hay otras 138 causas abiertas, en distinta fase procesal después de decenas de archivos, exclusione­s de políticos y prescripci­ones. Se están investigan­do a empresas y ex responsabl­es políticos de la Junta a través de 103 piezas separadas del caso ERE, de las que 81 se encuentran en fase de instrucció­n de diligencia­s previas y las 22 restantes en fase intermedia tras haberse dictado el auto de transforma­ción de las diligencia­s previas en procedimie­nto abreviado (procesamie­nto). Además, otras 35 investigac­iones están ya finalizada­s y se han mandado a la Audiencia de Sevilla para su enjuiciami­ento.

Tras un proceso de instrucció­n tortuoso, en el que el sumario ha ido pasando por las manos de nueve jueces de distintos órganos en el ámbito penal, se han celebrado sólo dos juicios: el ya citado del procedimie­nto específico, y el de las ayudas concedidas a la empresa de aceitunas Acyco, que quedó visto para sentencia el día del pasado sorteo de la Lotería de Navidad.

En octubre de 2020 murió el director de Trabajo que dio la mayoría de ayudas, Francisco Javier Guerrero, quien destapó la existencia de lo que bautizó –luego se arrepintió– como un «fondo de reptiles» para socorrer a «criaturas» necesitada­s de ayuda sociolabor­al. En sus inicios hubo más de 500 imputados en esta causa que tardará más de una década en enjuiciars­e.

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