El virólogo de Merkel predice que España superará la pandemia en primavera
▶ Alemania registra la incidencia más alta desde el inicio de la pandemia
Christian Drosten es el jefe de Virología de la Charité de Berlín, seguramente el hospital universitario más prestigioso de Europa. Sus podcast han ayudado a los alemanes a lidiar con la pandemia desde que comenzamos a saber lo que era el coronavirus, y sus indicaciones han sido seguidas al pie de la letra por el Gobierno de Angela Merkel. Todas sus predicciones se han ido cumpliendo y ahora ha hecho una más: España superará definitivamente la pandemia en primavera.
«Nosotros estamos todavía muy lejos. De hecho, en cuanto la variante Delta se imponga con toda su fuerza, nuestros hospitales se van a ver de nuevo saturados», dice sobre la situación de Alemania, «en cambio, países con índices de vacunación altos como España y Portugal podrían dejar atrás definitivamente la pandemia en primavera».
En una entrevista con el semanario alemán ‘Der Spiegel’, explica que cuando una gran parte de la población está ya inmunizada puede esperarse que se produzcan solamente brotes regionales. Ese será el caso de España en primavera, aunque no el de Alemania. Para entonces, nuestro país habrá superado la fase pandémica y habrá entrado en la fase endémica. Y aunque España esté en el buen camino, Drosten aconseja por igual a todos los países y ciudadanos no bajar la guardia del todo. «Cada quién debe pensar si puede reducir sus contactos», recomienda, «la responsabilidad de los ciudadanos, por encima de las normativas que establezcan los gobiernos, nos ha ayudado en todas y cada una de las olas a superar la situación y ha salvado muchas vidas al evitar el colapso del sistema sanitario».
Drosten se caracteriza por no poner paños calientes. Fue él quien susurró al oído de Merkel, al inicio de la pandemia, que aproximadamente el 70% de la población terminaría infectada si no aparecía la vacuna. Sonó derrotista entonces, pero demostró con el paso del tiempo tener razón. Ahora, con Alemania batiendo récord de incidencia por octavo día consecutivo y con una tasa que supera los 300 nuevos casos por cada cien mil habitantes en siete días, acaba de vaticinar que este invierno morirán en Alemania 100.000 personas más a causa del virus si no se vuelve a los cierres. Los partidos que están negociando la próxima coalición de gobierno se han adelantado y han allanado el camino a una nueva y estricta normativa.
El país germano estudia pedir a los no vacunados que presenten un test negativo para ir al trabajo o en el transporte público
Normas para no vacunados
Esta nueva ley, que se adelantará a la toma de posesión del nuevo gobierno encabezado por el socialdemócrata Olaf Scholz y que se espera sea aprobada en breve por el Bundestag, impide el acceso a los no vacunados a bares, restaurantes, piscinas públicas y otros espacios cerrados en buena parte del país, además de no permitirles utilizar el transporte público si no se han realizado un test como máximo 24 horas antes y que haya dado negativo.
Los mismos partidos que durante la campaña electoral prometieron reiteradamente que no habría más cierres, ahora también consideran posible ordenar restricciones de contacto y cierres de la vida pública, aunque dirigidos especialmente a las personas no vacunadas, como la obligación de trabajar desde su domicilio en todos los casos en los que la tarea lo permita. Así lo ha indicado el jefe de los Verdes, Robert Habeck. «Continuaremos asesorándonos y contribuiremos con las decisiones necesarias», ha dicho también Scholz antes de continuar las negociaciones de coalición en Berlín.
El vicepresidente del grupo parlamentario del SPD, Dirk Wiese, ha defendido el endurecimiento de la normativa pandémica, alegando que «no se incumplen promesas electorales porque esto es en realidad un bloqueo solamente para los no vacunados». Wiese ha mencionado también el test obligatorio para entrar en el lugar de trabajo.
Los Bundesländer, además, se reservan el derecho de implementar ciertas medidas individuales, incluyendo, por ejemplo, la prohibición o restricción de eventos de ocio, culturales y deportivos, así como asambleas, prohibiciones de entrada en establecimientos de salud, prohibiciones de alcohol y el cierre de universidades. «De esta manera, las medidas regionales diferentes servirán para combatir de una manera muy específica en los focos en los que resulte necesario», explican.