Sobrevivir al cáncer en la niñez afecta a la salud de por vida
▶ A partir de los 45 años, acuden cinco veces más al hospital por enfermedades cardiovasculares
Las personas que superan un cáncer durante la niñez tienen mayor riesgo de padecer mala salud a medida que envejecen. Según un estudio de la University College de Londres (Reino Unido) esta posibilidad varía según el tipo de cáncer y del tratamiento aplicado. Por ello, los autores del informe solicitan que se consideren estos efectos a largo plazo y se tengan en cuenta al valorar los posibles tratamientos.
El estudio, publicado en ‘The Lancet Regional Health’, advierte de que las personas que sobrevivieron al cáncer acudieron cinco veces más al médico de cabecera o al hospital por problemas relacionados con enfermedades cardiovasculares a partir de los 45 años.
Además, estos pacientes presentaron más problemas médicos relacionados con infecciones, trastornos del sistema inmunológico y otros cánceres. Los investigadores resumen que la carga de los efectos secundarios sobre la salud fue mayor para las personas tratadas con quimioterapia y radioterapia y menor para los supervivientes de cáncer que solo se sometieron a cirugía.
El estudio constata que las personas tratadas con quimioterapia y radioterapia tuvieron más del doble del número de ingresos con 45 años, que aquellos que solo fueron sometidos a una cirugía. Además, estas personas acudieron siete veces más al médico de cabecera o al hospital con temas relacionados con enfermedades cardiovasculares a la misma edad. Asimismo, tenían un mayor riesgo de contraer cáncer por segunda vez y de desarrollar un cáncer más agresivo (metastásico). Según una de los autoras, Alvina Lai, «más del 80% de los niños y jóvenes diagnosticados con cáncer sobreviven, pero se enfrentan a una atención médica continúa debido a los efectos tardíos provocados por el cáncer o su mismo tratamiento.
Reducir la quimioterapia
Añade que «es importante que las familias y los profesionales consideren estos efectos con una visión de largo plazo, de modo que los beneficios de una terapia se puedan comparar con posibles riesgos».
Para Wai Hoong Chang, «la quimioterapia y la radioterapia combinadas son eficaces para salvar vidas, pero se asocian con una menor calidad de vida a largo plazo». «Nuestro estudio sugiere que el uso de dosis más bajas, si fuera posible, podría reducir estos efectos a largo plazo», afirma.
Haciendo una valoración de los años perdidos, se observó que los supervivientes al cáncer que desarrollaron afecciones cardiovasculares perdieron un promedio de 10 años de vida, mientras que aquellos con enfermedades del sistema inmunológico e infecciones perdieron un promedio de 6,7 años.