ABC (1ª Edición)

Un nuevo pulso para orgullo de España

Paula Badosa y Garbiñe Muguruza se enfrentan hoy por primera vez en las semifinale­s de la Copa de Maestras de Guadalajar­a

- LAURA MARTA

Habían pasado 21 años desde que hubiera un doblete español en el torneo de la Copa de Maestras. Aquel año 2000, con Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario. Pero en el tenis del siglo XXI, el tenis nacional irrumpe con más fuerza que nunca. Garbiñe Muguruza y Paula Badosa no solo se clasificar­on para este torneo de élite, sino que alcanzan la cota de las semifinale­s y aseguran que habrá una española luchando por el título, pues se miden hoy (21 horas, Teledeport­e) por un puesto en la ronda final.

Hay que retroceder en el tiempo hasta 1993 para ver otro nombre español en la final de las finales. Fue Arantxa Sánchez Vicario quien logró auparse hasta allí. Pero, en el Madison Square Garden, chocó con una Steffi Graf a quien favorecía la superficie y que pudo con ella en un duro encuentro a cuatro sets (6-1, 6-4, 3-6 y 6-1). Sin embargo, aquel partido es ya un precedente que continúan Muguruza y Badosa en este 2021. «No sabía este dato. 1993 es el año que yo nací», exponía Muguruza como punto de partida de esta nueva era. La historia está en sus manos.

Se lo ha labrado de lo lindo en este curso, quinta del mundo, y también esta semana, pues comenzó con derrota en la ronda clasificat­oria contra Karolina Pliskova. Sin embargo, conquistó el billete para la semifinal con un partido serio, anulados los errores con ese 80 % de primeros servicios convertido­s, con esos siete saques directos. Un muro ante Anett Kontaveit, empresa complicadí­sima en este año porque la estonia llegaba a Guadalajar­a con 28 victorias en 30 partidos y una racha de 12 triunfos consecutiv­os. «Lo más difícil era la situación en general, sabía que tenía que ganar para clasificar­me, porque jugaba ante una jugadora con 28 victorias en los 30 últimos partidos, es decir la jugadora con más confianza del circuito. He salido a la pista a enfrentar esa situación, he salido a por todas y he dado la vuelta a la situación. He jugado mi mejor partido, por la motivación y las ganas que tenía», analizó Muguruza. Sobre el próximo encuentro, el martes, admite: «Estoy muy ilusionada de volver a estar en semifinale­s después de unos años, e iré a por todas. Tendremos una representa­nte española seguro en la final y eso es lo bueno».

Al otro lado de la pista, también con la historia en sus manos, Paula Badosa, que ayer cumplía 24 años, celebrados en el mejor momento de su carrera como tenista. Se impuso en los dos primeros encuentros del torneo y el tercero (ayer se las veía con la polaca Iga Swiatek) le servía de preparació­n para citarse con Muguruza, cuatro años mayor que ella.

No olvida Badosa de dónde viene después de que se encumbrara demasiado pronto su potencial, pero firma un curso de ensueño rubricado con dos victorias de postín en Guadalajar­a (México) ante Maria Sakkari y Aryna Sabalenka. «Yo era la típica jugadora que decía la gente que jugaba muy bien, pero no tiene cabeza para ser de las mejores del mundo. Ese mensaje me caló mucho y soy una persona a la que le gusta superar retos. Me propuse estar algún día entre las mejores a nivel mental y creo que lo estoy logrando. He dado un paso grande este año y se está viendo», concedía tras su pase a semifinale­s. Vive su mejor momento con su entrenador, Jorge García, su familia y su pareja, todos en su palco estos días.

«Un espejo para mí»

Después de levantar el título de Indian Wells hace unas semanas, el del martes será otro de los partidos que se quedarán grabados en su memoria. En juego está la final de la Copa de Maestras y, enfrente, Garbiñe Muguruza. «Es el espejo en el que siempre me miraba», acepta una Badosa feliz. Pues es la nacida en Caracas la que puso un pie en la luna en este tenis de siglo XXI con tres finales de Grand Slam, conquistad­os los títulos de Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017, y con tres ediciones de las WTA Finals anteriores a esta de 2021 a la que ha llegado con más energía que nunca. Y la que le devuelve los halagos: «Es bonito que haya podido fijarse en mí. Una no piensa si está inspirando a gente, pero cuando te lo dicen es un gran reconocimi­ento».

Será, además, la primera cita tenística de ambas jugadoras, que ya han compartido risas y entrenamie­ntos y vestuario en los Juegos Olímpicos y en las concentrac­iones con la selección nacional, pero nunca se han medido en la pista. «En algún momento tenía que jugar contra Paula, y qué mejor momento que aquí en las finales. Es mucho más especial porque estamos haciendo historia y va a ser así recordado. Va a ser un partido muy interesant­e y seguro que va a ser muy bonito de jugar; estamos en un Masters, y es histórico que dos españolas estén en semifinale­s», expuso Muguruza. Y una de ellas emulará a Arantxa Sánchez Vicario en la final del próximo miércoles para reescribir la historia.

«En algún momento tenía que jugar contra Paula, qué mejor que aquí. Estamos haciendo historia», reconoce Muguruza

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EP // Paula Badosa y Garbiñe Muguruza, durante la Copa de Maestras de Guadalajar­a

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