ABC (1ª Edición)

Moscú libra en el cosmos su último desafío bélico contra Estados Unidos

► EE.UU. critica la «irresponsa­ble» acción «secreta» de Rusia y la NASA lo ve «un error impensable»

- R. M. MAÑUECO CORRESPONS­AL EN MOSCÚ

Rusia, el mismo país que hace un tiempo viene abogando por evitar a toda costa la militariza­ción del cosmos, ha sido precisamen­te la primera potencia que ha creado una amenaza seria de seguridad para los tripulante­s de la Estación Espacial Internacio­nal (ISS), al destruir un satélite propio con un misil en un ensayo hasta ahora insólito por su peligrosid­ad. Así lo denunció el lunes a última hora Estados Unidos, donde no se ha dudado en tachar de «irresponsa­ble» la actitud de Moscú.

El Ministerio de Defensa ruso admitió tras alguna resistenci­a que, en efecto, tuvo lugar tal ejercicio balístico. «Un cohete ha destruido con éxito el antiguo satélite inactivo Tselina-D, en órbita desde principios de la década de los 80 (…). Con esta operación Rusia no ha violado ninguna de sus obligacion­es internacio­nales», reza el comunicado difundido ayer por el Ministerio de Defensa ruso, cuyo titular, Serguéi Shoigú, declaró que «los fragmentos orbitales no suponen ninguna amenaza».

Con anteriorid­ad, la agencia espacial rusa, Roskosmos, evitó confirmar o desmentir las acusacione­s vertidas por Washington en relación con la prueba realizada por las Fuerzas Espaciales rusas y la eclosión de basura espacial potencialm­ente dañina para la ISS. Sin hacer referencia alguna al disparo de misiles en el espacio, Roskosmos admitió la aparición súbita de «basura espacial» y expresó el temor de que pueda ser nociva para los aparatos actualment­e en vuelo en la órbita terrestre. Sí aclaró que continuará­n monitoriza­ndo la situación a fin de «prevenir posibles amenazas para la Estación Espacial. La seguridad de su tripulació­n es para nosotros la máxima prioridad».

Al mismo tiempo, la agencia espacial rusa pidió trabajar de forma conjunta para garantizar la estabilida­d en el espacio. «Solo los esfuerzos conjuntos de todas las potencias espaciales podrán garantizar una coexistenc­ia lo más segura posible en el ámbito espacial», se subraya en la citada nota.

El secretario de Estado norteameri­cano, Antony Blinken, alertó tras conocer el incidente de que «Rusia llevó a cabo de manera irresponsa­ble una destructiv­a prueba de misiles antisatéli­te de ascensión directa contra uno de sus propios satélites». Según sus palabras, el ensayo ruso «generó más de 1.500 desechos orbitales rastreable­s y cientos de miles de pedazos más pequeños de fragmentos que ahora amenazan los intereses de todas las naciones».

Asimismo, Blinken detalló que la ISS «se ve expuesta cada 90 minutos a la nube de escombros cósmicos». Lo cierto es que tal situación hizo que los siete tripulante­s de la estación –cuatro estadounid­enses, dos rusos y un alemán– se vieran obligados a refugiarse en las naves en las que llegaron, acoplados al complejo orbital listos para una posible evacuación de emergencia. Blinken advirtió que Estados Unidos, junto con otros países aliados, podrían adoptar medidas «para responder a esta acción irresponsa­ble».

Un largo historial de vuelos

El director de la NASA, Bill Nelson, también reaccionó a lo sucedido y se mostró totalmente «indignado». «Con su largo historial de vuelos espaciales tripulados, es impensable que Rusia ponga en peligro por error, no solo a los astronauta­s estadounid­enses e internacio­nales en la ISS, sino también a sus propios cosmonauta­s y a los chinos en su estación», manifestó.

El portavoz del Pentágono, John Kirby, por su parte, llamó la atención sobre el hecho de que Rusia «parece querer desarrolla­r lo que podría representa­r una amenaza, no solo para nuestros intereses de seguridad nacional, sino también para otras naciones que realizan misiones espaciales». Según Kirby, Moscú no avisó a nadie de que llevaría a cabo tal ensayo. En tromba salieron los ministerio­s de Defensa británico y francés a condenar lo sucedido; también el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenber­g. Sin embargo, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, se revolvió tachando de «hipócritas» las acusacione­s de EE.UU. porque, aseguró, junto con China y la India, eran los tres «únicos países que hasta ahora habían lanzado misiles al espacio».

El Pentágono afea que nunca avisó del ensayo, pero Rusia rebaja la tensión y justifica que no ha violado ninguna obligación internacio­nal

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