Madrid ya huele a tenis
► La presentación de la Davis descubre una extraña pareja de dobles mixtos: Almeida y Ayuso
Sin Gerard Piqué, alma de la cosa, pero con su particular declaración de amor a Madrid en el aire primaveral del Palacio de Cristal de Arganzuela, se presentaron en el Palacio de Cristal de la capital de España las finales de la Copa Davis de Tenis, que repartirán su protagonismo entre Madrid, la localidad austriaca de Innsbruck y Turín en un formato inédito. Como inéditos son los tiempos que vivimos. Cierto que el morbo estaba en ver qué podían decirse en un hipotético encuentro el central culé y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Pero «fútbol es fútbol», ya lo dijo Vujadin Boskov, y Xavi Hernández ha llegado al Barcelona para recordarle a los reyes mediáticos que lo primero es el compromiso con el equipo y después las actividades de cada jugador, que en Piqué se ve que son muchas y rentables.
Lo que sí hizo el presentador del acto, el periodista Joseba Larrañaga, fue preguntar con retranca si, en un doble mixto de esta Davis tan innovadora, Ayuso y Almeida harían pareja. Pareja en esos formatos novedosos del tenis que Gerard Piqué va probando entre el ensayo y el error mientras llega la normalidad. Quede para los amantes de la anécdota elevada a categoría que en principio sí pudiera haber un Ayuso-Almeida. Pero Ayuso ya dejó claro que lo suyo es el boxeo, entre la sorpresa de la vicealcaldesa Begoña Villacís y la sonrisa del presidente de la Real Federación Española de Tenis, Miguel Díaz, en mitad del quilombo madrileño que lleva ya muchos días.
El tenis tiene su protocolo, la Davis de Piqué el suyo, y fue curioso que en la tarde de martes la clase política, siquiera con su mera presencia (Ortega Smith, Rocío Monasterio, los chicos de la prensa...), diera pábulo al deporte de la raqueta, a un evento mundial que, en palabras del propio alcalde, debería servir «de prólogo» a esa capitalidad mundial del deporte que ostentará Madrid en el año entrante. Y es que los nuevos tiempos, «lo sufrido», implican nuevos héroes. Y por eso el joven Carlos Alcaraz pasó –sin pasar– por el acto de la Davis en la Arganzuela como un héroe, como el recambio a Nadal al que el presidente de la RFET deseó una pronta recuperación.
Unas finales de la Davis, con dieciocho equipos y en tres ciudades diferentes de la vieja Europa, tiene su complicación logística. Pero también su reto: en esta edición los espectadores, a través de las aplicaciones al respecto, podrán diseñar desde el mensaje de ánimo del túnel de vestuarios hasta el modelo del bote de las pelotas, que se convertirá así en obra de arte. De momento en Madrid, en nuestro negociado, se han previsto cerca de cuatro mil plazas hoteleras (3.800) para todo lo derivado de la Davis y en una ciudad que, pese a su relativa altitud, es un talismán para el equipo nacional.
Lo más gratificante es cómo el deporte dulcifica las batallas, sienta en sillas unidas con un garfio de metal (y no es una metáfora) a Almeida y Ayuso, y cómo los políticos citan a Carreño, Bautista, Alcaraz, Feliciano López o Granollers como en una lista electoral. En eso va también su sueldo.
Al alcalde, en relación al consejo que el presidente de Federación dio al quehacer de España en el torneo, se le vio el ‘cholismo’ militante del «partido a partido». Lo cierto es que Madrid huele a tenis (como sea que huela el tenis) y a partir del jueves empiezan a llegar nuestras estrellas.
Quedémonos con Madrid como sede central de un torneo en el que somos los vigentes campeones. En lo duro que han sido casi dos años sin Davis y en que muchos, incluidos los políticos, van encontrando un heredero a Rafael Nadal (Carlitos Alcaraz) que casi ha cumplido la mayoría de edad. Veremos si entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre se confirma este anhelo.