Tom Selleck: «Ya está bien de mostrar al detective corrupto»
▶ Fox Life estrena esta noche la nueva temporada de la serie ‘Blue Bloods’, sobre una familia católica de policías
Los guionistas de la ficción, aunque no asumen ideologías, abordan cuestiones como la violencia policial y el racismo
Cumplirá 77 años en enero, pero al actor estadounidense Tom Selleck, ya sea interpretando a un detective privado en ‘Magnum’, a un comisario en ‘Blue Bloods’ o a un oftalmólogo en ‘Friends’, le acompaña siempre su fiel bigote. Ganador del premio Emmy en 1984 por ‘Magnum’, Selleck regresa con la duodécima temporada de ‘Blue Bloods’, desde esta noche (22.05) en Fox Life.
‘Blue Bloods’ se ha ganado a la audiencia durante más de diez años por su respeto hacia los valores familiares y profesionales de sus policías católicos protagonistas, los Reagan. Al inicio de esta nueva temporada, los cambios sociales consumen a los personajes. «La calidad de vida en Nueva York ha disminuido y eso enfrenta a Frank (Tom Selleck) con el alcalde porque tienen diferencias. Entramos de lleno en los recortes presupuestarios de la Policía. Somos una serie con la suficiente credibilidad como para mostrar esos temas con la sensibilidad necesaria», explica el actor.
Los Reagan son una estirpe de policías de Nueva York, unida contra el crimen y al frente está Tom Selleck, el auténtico gancho de la serie. «Frank es el patriarca de una gran familia y eso no es tan común en televisión. Trato siempre de encontrar lo bueno y lo malo de cada personaje. Los creadores de ‘Blue Bloods’ querían hacer una serie dedicada a los héroes. Frank no es parangón de la justicia, sino un hombre de gran ética. Él aplica su filosofía en la educación de sus hijos y en su trabajo».
En este policíaco, creado por Mitchell Burgess y Robin Green (guionistas de ‘Los Soprano), el duro trabajo en las calles, los problemas internos del departamento y las complejas investigaciones requieren la inmediata actuación de los Reagan. «Me parezco a mi personaje. No lo sé. Muchos policías han venido a hablar conmigo para decirme que les gusta mi personaje. Mi meta es representar a un oficial de Nueva York que pueda ser considerado un héroe. Quiero hacer honor al departamento de Policía, que los veamos bajo otro prisma, porque ya está bien de mostrar al detective corrupto».
En este clan se ayudan entre ellos para resolver sus casos, pero a veces son cuestionados por los dudosos métodos de algunos miembros. «Los guionistas quieren mostrar héroes humanos cometiendo errores. Yo no voy a entrar a decir si son o no modelos que seguir, o si son personas admirables». La pregunta sobre su bigote es inevitable: «Yo quería afeitarme, pero los productores se negaron. El estudio quería mi bigote en la serie».
Valores familiares
Las cenas de los domingos en casa de los Reagan se han convertido en las escenas favoritas de los espectadores. Las complicaciones familiares surgen precisamente por su vinculación profesional. «Para mi, lo es todo. Tengo padres que adoro y, aunque haya ido a terapia durante veinte años, nunca voy a culparlos de nada de lo que me ocurre. Muchos de los valores que veo en Frank los veo en mi padre, pero no me inspiro en él para interpretarlo», explica el actor, ahora inmerso en la escritura de sus memorias.
«Quiero contar mi versión de lo que he vivido en este negocio desde que empecé a trabajar en ‘Magnum’. Sin duda, el mundo ha cambiado mucho desde los 80 hasta ahora, incluso desde que comenzó la serie ‘Blue Bloods’ hace una década. Lo que ocurrió el año pasado con el movimiento ‘Black Lives Matter’ nos ha cambiado a todos. Los guionistas no asumen ideologías, aunque, de una forma u otra, es necesario mostrar los temas reales que surgen dentro de la Policía de Nueva York».