El último desatino

Este Gobierno nos tiene ya acostumbrados a tomar decisiones muy discutibles y al parecer poco reflexionadas. Sus bandazos en la gestión de la pandemia y su ansia por legislar en contra de lo establecido está dejando a muchos ciudadanos desconcertados, cuando no indignados. Pero este último decreto educativo supera todos los límites. «Ya que tenemos mucho fracaso escolar vamos a corregirlo eliminando las pruebas, es decir, ocultándolo». ¡Hala! así de sencillo. Se eliminan los exámenes de recuperación y que el equipo docente decida si el alumno pasa o no de curso.

Pero, ¿cómo van a aceptar las familias una decisión desfavorable respecto de sus hijos si no hay pruebas que justifiquen esas decisiones? Exigirán que pasen todos de curso, estén o no preparados. Y ¿qué alumnado vamos a recibir en Bachillerato? ¿Cómo vamos a exigir trabajo diario, resultados, compromiso, responsabilidad, esfuerzo, si durante cuatro años por lo menos (toda la ESO) han promocionado todos porque sí? Las recuperaciones servían, cuando menos, para repasar y afianzar conceptos y materias.

Como profesora de instituto me parece que esta reforma es una absoluta aberración, pero, claro, a nosotros nadie nos pregunta. Por cierto, ¿quiénes forman el Consejo Escolar del Estado? Será otro grupo de ‘expertos’ del que no sabemos nada. En fin, un día muy triste para la enseñanza en nuestro país.

Mª OLASAGASTI DUÑABEITIA SAN SEBASTIÁN

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