ABC (1ª Edición)

«Mi vida es más interesant­e que la de Beth en ‘Gambito de dama’»

La mejor ajedrecist­a de la historia pasó por Sevilla, donde habló con ABC de su increíble carrera, pese a la oposición del gobierno y la federación húngaros

- FEDERICO MARÍN BELLÓN

En el mundo del ajedrez, Judit Polgar no necesita presentaci­ón. El no aficionado debe saber que Beth Harmon, protagonis­ta de ‘Gambito de dama’, no tendría ninguna posibilida­d contra ella y que la vida de la húngara es más interesant­e, aunque «sin orfanato ni pastillas». La menor de las Polgar no solo es la mejor jugadora de la historia. Es la única que ha estado en el top 10 absoluto. Cuando logró el título de gran maestro, con 15 años, superó el récord de precocidad de Bobby Fischer, vigente desde los años 50. Judit lideró la clasificac­ión femenina durante 26 años, el doble de los que tenía cuando inició su reinado, en 1989. Hace siete, decidió quitarse la corona para dedicarse a su fundación y a la difusión del ajedrez como herramient­a educativa.

Judit Polgar (Budapest, 1976) no es la mujer que pudo reinar, sino la que se negó a hacerlo. Habría ganado el campeonato del mundo femenino de calle. Su hermana Zsuzsa (o Susan) lo conquistó varias veces, de hecho. La hermana mayor se ‘conformó’ con la corona después de sufrir durante años el castigo de su federación, que no le permitía viajar por su ‘empeño’ en jugar contra los hombres.

El secreto de las Polgar

La gran maestro participó el pasado fin de semana en el Marca Sports Weekend, en Sevilla, donde ofreció una charla, jugó unas simultánea­s y concedió esta entrevista. También explicó el secreto de la educación que le dieron sus padres, pedagogos que nunca llevaron a sus hijas al colegio. «Tuvimos suerte, porque no nos limitaron nunca. Recibí el mensaje de que podía ser tan buena como cualquier niño. Todavía hoy, cuando un entrenador descubre una niña con talento, le dice que puede ser campeona mundial femenina. Si es un chico, le cuenta que será como Carlsen. Es como decirle a la chica que puede hacer un doctorado y animar al chico a lograr el Nobel».

El primer gran hito de las Polgar ocurrió en 1988, en la Olimpiada de Tesalónica. Judit (12 años), Sofia (14) y Zsuzsa (19) acabaron con la hegemonía soviética. La pequeña logró 12,5 puntos en 13 partidas. «Empezaron a tomarme en serio», recuerda, pero fue Anand el primero que respondió a un periodista: «No hay nada que decir, es una más entre nosotros». «Fue el mejor piropo», asegura Judit.

A la propia ajedrecist­a le cuesta elegir entre sus logros, pero se decide por su llegada al top 10 absoluto y al duelo a diez partidas que ganó a Boris Spassky en 1993. «Fue el primer campeón del mundo al que derroté». En 2003 venció a Kasparov, con el mérito añadido de que Garry era número uno. Otros campeones mundiales que se merendó alguna vez son Carlsen, Karpov, Kramnik, Smyslov, Topalov y el propio Anand, entre otros.

Judit Polgar recuerda que, al principio, muchos encajaban mal sus derrotas: «Se indignaban o los otros niños se reían de ellos. A veces no me daban la mano, pero desde que fui gran maestro todo fue mejor». La húngara, por otro lado, no ve fácil que una mujer logre el campeonato del mundo absoluto. Ni siquiera lo considera una prioridad: «Prefiero ver a tres mujeres entre los diez mejores que a una campeona».

—¿Nunca sintió la carga de representa­r a las mujeres o de ser un modelo para las niñas?

—Nunca sentí un gran peso sobre mis hombros. Desde pequeña viví con naturalida­d el hecho de enfrentarm­e a los hombres. Como jugadora, tampoco sentía que representa­ba a nadie. Después entendí que había conseguido algo muy especial y que mucha gente me veía como un ejemplo. Quizá sea ahora cuando siento que tengo cierta influencia. —Se sabe que la federación y el Gobierno de su país maltrató a los Polgar, pero se ha hablado poco de lo que hizo la FIDE cuando regaló puntos Elo al resto de jugadoras para equilibrar la clasificac­ión mundial. —Fue en 1986, en la Olimpiada de Dubái, y la Federación Húngara lo apoyó. Afectó mucho a Susan. Era la número uno del mundo y con el cambio de regulación pasó a ser la 2. Fue un golpe muy duro para ella. —Probableme­nte sus padres sufrieron más que nadie y fue un gran alivio cuando ganaron el oro en Grecia. —Desde luego, fue una gran satisfacci­ón para ellos. Cambió muchas cosas, aunque no era nuestro objetivo real, que era el oro absoluto, no femenino, pero nos dio un estatus diferente.

—¿Superar obstáculos desde niña

 ?? ??
 ?? // ARCHIVO FAMILIAR ?? Sofia, Susan y Judit, justo antes de recorrer mundo
// ARCHIVO FAMILIAR Sofia, Susan y Judit, justo antes de recorrer mundo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain