Fascismo (del bueno) en directo
La estigmatización de los no vacunados avanza y se les empieza a dibujar como culpables de lo que hay, de lo que pudiera haber
Desde hace un tiempo se está hablando de los no vacunados en unos términos inciviles. Su estigmatización avanza y se les empieza a dibujar como culpables de lo que hay, de lo que pudiera haber y de la ausencia de recuperación económica. De todas las formas de culpabilización, es muy sutil la que les hace responsables retrospectivos, por insolidaridad, de las muertes ocurridas.
El discurso contra ellos es más duro cuanto más frívolo se fuera al inicio de la pandemia. Hay ejemplos. Por televisivas y evocadoras destacan las palabras de Risto Mejide, que sugería «poner una pegatina a los no vacunados». Miguel Ángel Revilla, la anchoa de Foucault, también pidió «vacunar por lo civil o por lo criminal». Como toda fascistada tiene su lugar en las televisiones, le dieron una oportunidad de explicarse en ‘Ya es mediodía’, el programa de Sonsoles Ónega, sin duda una periodista de raza.
El diálogo fue delirante; el comienzo, agresivo: «Señor Revilla, a mí que usted diga que por las buenas o por las malas me encanta, pero ¿cómo? Ustedes que tienen el poder, ¿cómo?».
Y Revilla, Que Tiene El Poder, se lanzó por la pendiente del bioconsenso a pedir una ley para que los jueces, «en una nebulosa», no incordien más. ¿Cómo? Que se pongan de acuerdo los partidos para cambiar en una tarde la Constitución y los derechos fundamentales. «O se les hace esa ley de vacunación obligatoria o se les aísla (a los no vacunados), de manera que no puedan ir a ningún lado (…) que se queden en casa encerrados». «Si es que tiene usted toda la razón», respondió Ónega.
Creo que era Robert Kennedy quien decía que siempre hay una quinta parte de la población que está en contra de todo. Aquí no, aquí solo hay un 5%. Revilla sabe qué hacer con ellos. «¿Vamos a morir o a empobrecernos por el 5%?».
«Hay que escuchar a Fauci, que es un genio a los niveles de Einstein o Newton».
«Si un juez se encuentra una Constitución que dice que la libertad del ciudadano está por encima de todo, corríjase. Se hace la ley y si choca con la Constitución, se modifica y punto». A lo que la entrevistadora añadió «pelota».