El acuerdo engrasa el pacto de la coalición en Madrid con ERC
► El Gobierno cree que el ‘procés’ está acabado y el PSC ve ya rota la mayoría independentista
La ruptura de la dinámica de bloques en el Parlamento de Cataluña se consuma por su flanco más evidente y factible. ERC alcanzaba ayer un acuerdo con los comunes para apoyar el proyecto de presupuestos del próximo año. Comienza así a instalarse el marco de acción política reivindicado por los morados pero también por el PSC, y que pasa por recuperar el eje izquierda-derecha en Cataluña por encima del plebiscitario. Lo que conduce a alguna forma de entendimiento a medio plazo entre ERC y PSC, con los comunes como puente y engrasante. Un escenario, no obstante, en el que existen todavía fuertes resistencias por parte de los interesados, singularmente en la dirección de ERC.
El sentir general en el espacio de los comunes y del PSC es que el acuerdo anunciado hoy va en la dirección del llamado ‘posprocés’. Y es también así en la coalición del Gobierno central. Pues no hay que obviar que ambas formaciones catalanas se sientan en el Consejo de Ministros, y no solo sus marcas nacionales. Lo sucedido ayer es algo de lo que se llevaba tiempo hablando pero que no había tenido una aplicación práctica. Desde hace una década el marco de acción en Cataluña es o acuerdo entre ERC-Junts y la CUP o elecciones. Pese a que la pretensión inicial del PSC era un movimiento disruptivo mayor, el acuerdo con los comunes es interpretado positivamente: «La mayoría independentista está rota, y el Govern rompiéndose», dicen desde la cúpula del PSC. ¿Cómo afecta esto al Gobierno de España? La lectura que se hace es muy positiva. Coincidente en todos sus puntos con la que hacen en el PSC. Y en lo que respecta a la relación con ERC sienten que el acuerdo es interesante para sus intereses. «El ‘procés’ está muerto y es algo que ERC tiene muy claro», plantea un alto cargo del Gobierno de Pedro Sánchez. En La Moncloa siempre han tenido muy en cuenta el precedente de los presupuestos fallidos de 2019. Pero creen que los cimientos del entendimiento actual son «más sólidos». En ambos partidos de la coalición gobernante se interpreta el acuerdo como positivo para la estabilidad de la coalición. «Más que un impulso podríamos decir que viene a consolidar el escenario que ya se había abierto», opinan fuentes del Gobierno.
Las resistencias del PSC son ya cosa del pasado. Otra cuestión es que la aritmética y el rechazo de ERC limitan las fórmulas de entendimiento. La candidatura de Salvador Illa devolvió en las elecciones del pasado febrero al PSC a las posiciones que le permiten aspirar a medio plazo con la idea de poder gobernar. Y eso convierte a Illa en el gran rival de ERC en la disputa por la presidencia. Piensan además que pactar con el PSC les hace perder peso en Madrid, que es uno de sus fundamentos principales. Si su gobierno dependiese del PSC tendrían menos capacidad para arrancar concesiones al Gobierno central.