«El pacto con Bildu habla de una degradación del socialismo español»
► Alerta sobre la proliferación de los delitos de odio y la intolerancia en la política parlamentaria
Maite Pagazaurtundúa (Hernani, Guipúzcoa, 1965) atiende a ABC en Madrid tras publicar ‘Cartografía del odio’, un estudio sobre la proliferación de los delitos de odio en países de la Unión Europea, entre ellos España. La conversación se produce en la cafetería del Instituto Francés, cerca de la plaza de Colón, y la eurodiputada de la delegación de Ciudadanos (Cs) se acuerda del socialista Jacques Julliard y de sus críticas sobre la concepción que tiene la izquierda de la educación: «Una cabeza vacía no puede ser una cabeza bien formada». Ahí, en la educación, reside la clave según Pagazaurtundúa, quien denuncia cómo el PSOE está «blanqueando» a EH Bildu.
—¿A qué achaca la proliferación de los discursos y delitos de odio?
—Los delitos de odio han existido siempre. Es una tendencia bastante espontánea la de diferenciar el yo de los otros o el nosotros de los demás. A lo largo de la historia, y en concreto en Europa, hemos aprendido a tener instituciones que desincentiven delitos y discursos de odio, pero nueve de cada diez delitos no son notificados; el fenómeno es mucho más grande de lo que parece. Vemos que en redes sociales se está normalizando la intolerancia y la hostilidad. En mi caso, nací en un entorno de intolerancia y hostilidad extremo y llevo media vida peleando contra esa subcultura de la violencia.
—¿Los políticos contribuyen a normalizar esa hostilidad?
—Los políticos han entrado de cabeza en redes sociales. Hay un elemento que genera la monetización de la bronca, que son esos algoritmos que estamos investigando en el Parlamento Europeo con respecto a las grandes plataformas digitales. Si entran en el Gobierno partidos puramente populistas, la mancha es muchísimo más clara. Si los elementos de intolerancia se dan extramuros de la opinión pública, el efecto es pequeño. Cuando ese tipo de discurso se realiza desde la política parlamentaria, el efecto es más tóxico. Lo vimos en Italia cuando Salvini era ministro del Interior. Orban lo hace, pero es que en nuestro país los rasgos populistas se están incorporando al Gobierno cada vez con más claridad. —¿Cómo se le pone coto a lo que sucede en redes sociales sin vulnerar la libertad de expresión?
—No podemos caer en la censura. Tenemos que trabajar en el seno de nuestras sociedades para tener alfabetización digital, para entender en qué mundo estamos viviendo y para que la gente sepa que los usos de las redes sociales pueden ser tremendamente adictivos y pueden tener riesgos de salud mental y de salud democrática.
—¿Qué le parece que Bildu sea socio del Gobierno?
—Hay dos lecturas: por una parte, Bildu fue legalizado sin haber condenado el pasado. Hizo una condena del futuro. El Tribunal Constitucional puso una serie de límites y nadie se ha preocupado de hacer un seguimiento de esos límites. La otra cuestión es que el socialismo vasco o el socialismo español considere a Batasuna como un socio más fiable que cualquier partido político de centro-derecha o de derecha. Habla de una degradación del socialismo español. Es como refutar lo mejor de su historia.
—¿Qué opinión le merecen las palabras de Otegi lamentando el dolor causado a las víctimas?
—Era cumplo y miento. El mundo de ETA no ha deslegitimado el pasado. Viene a decir, ETA ya no existe, no me pregunte; y sin embargo, hacen de ‘lobbistas’ de los presos. Van a reunirse con los directores de las prisiones, están haciendo presión constantemente, quieren que haya impunidad, quieren que salgan de la cárcel... ¿Por qué le dan tantas facilidades al Gobierno de Navarra o al de Sánchez? No hay duros a pesetas. Están blanqueando y legitimando su pasado. El socialismo cae en el ‘tacticismo’: les dan poder inmediato a cambio de que les blanqueen y de no tener que hacer lo más importante: asunción.
—¿Qué podemos esperar del informe que prepara la delegación europea que vino a investigar los crímenes sin resolver de ETA?
«En nuestro país, los rasgos populistas se están incorporando al Gobierno cada vez con más claridad»
«Estamos hablando de lesa humanidad en crímenes del franquismo y no se quiere actuar sobre los de ETA»
—Una mirada abierta, una mirada de datos, una mirada menos condicionada por nuestras hipotecas españolas y una mirada muy integral. Posiblemente es la primera vez que un grupo de personas independientes se reúne con todos los agentes que están relacionados con una situación de impunidad inadvertida durante años y años. En cuanto a los ‘ongi etorri’, la Asociación
de Víctimas del Terrorismo ha pasado a los grupos políticos una propuesta para un tipo nuevo basándose en la humillación, y no en el enaltecimiento, para que pueda ser posible la protección de las víctimas.
—El PSOE ha rechazado dos propuestas de Cs contra los ‘ongi etorri’.
—El PSOE se va acercando poco a poco a algo que hace tres años sus electores habrían contemplado con horror y que poco a poco se les va introduciendo en el circuito sanguíneo. —¿Qué le parece la enmienda a la Ley de Memoria Democrática en la que PSOE y Podemos ponen el foco en la Ley de Amnistía del 77?
—Este es un juego populista. Una ley no puede derogar el conjunto de leyes en que se basa el entramado constitucional. La Ley de Amnistía no la van a derogar, pero es un juego populista para hacer creer, y para intoxicar mentes, que eso se puede conseguir. Es un juego muy cruel. Estamos hablando de lesa humanidad en el caso de los crímenes del franquismo y no se quiere actuar sobre la lesa humanidad de los crímenes de ETA. Se introdujo tarde en nuestra legislación, pero es aplicable a los dirigentes de ETA.