El prodigio de sorber y soplar al mismo tiempo
Pilar Alegría / Isabel Rodríguez Ministra de Educación /Ministra portavoz y de Política Territorial
En 24 horas, tres ministras han ofrecido versiones opuestas de lo que debe hacer el Gobierno tras la sentencia de la inmersión lingüística en Cataluña. Alguna incluso decía lo mismo y lo contrario en la misma frase. Formidable.
«El Gobierno no tiene esas competencias...», contestó la portavoz cuando fue preguntada en rueda de prensa sobre si el Ejecutivo hará que se cumpla la sentencia del Supremo sobre la inmersión lingüística en Cataluña, para de inmediato y en la misma frase añadir (... los jueces hacen su trabajo y nosotros ejecutamos». Unas horas antes, la ministra de Educación daba garantías al consejero catalán del ramo de que el Gobierno no pediría la ejecución del fallo, mientras la ministra de Justicia aseguraba exactamente lo contrario porque «la sentencia es firme y hay que ejecutarla», teoría a la que luego se sumaba la propia Pilar Alegría haciendo trizas sus palabras del día anterior. Tres ministras y cuatro respuestas, continuamos para bingo. El nivel de preparación del Ejecutivo es tan bajo que permite estos espectáculos, desternillantes si no fuera por la relevancia de lo que hay en juego, que afecta directamente al crédito que han de merecer las resoluciones judiciales y el correcto y cabal funcionamiento del Estado de derecho. Cuando una sentencia le viene de nalgas a los intereses del sanchismo, sus apóstoles y apóstolas entran en pánico y sueltan lo primero que se les pasa por la cabeza. Y eso, visto el percal y la ‘herramienta’, solo invita a la confusión.