ABC (1ª Edición)

Indignació­n en los Mossos: la Generalita­t estudia retirarse de 30 causas de ataques a policías

El Govern solo defenderá a los agentes «cuando se pueda identifica­r al autor de las lesiones»

- ELENA BURÉS

La Generalita­t ya no se personará como acusación particular cuando agredan a los Mossos d’Esquadra y no se pueda demostrar la autoría de las lesiones. Por este motivo, el Ejecutivo catalán estudia retirarse de otras 30 causas con policías heridos, según han trasladado fuentes del mismo a ABC.

Esta decisión supone un paso más en el acuerdo de investidur­a entre Esquerra Republican­a (ERC) y la CUP, que pactaron que el gabinete jurídico del Govern se retirase de aquellas causas contra manifestan­tes acusados de altercados en disturbios, en caso de que no hubiese agentes heridos. Ahora irá un paso más allá y dejará de defender a los mossos de ataques en los no se pueda identifica­r al agresor.

Esta nueva cesión del Govern de Aragonès a los antisistem­a la escenificó ayer un letrado de la Generalita­t que retiró la acusación contra siete manifestan­tes, acusados de presuntos desórdenes, atentado y lesiones a cinco mossos en la protesta por la investidur­a fallida de Carles Puigdemont, el 30 de enero de 2018, en el parque de la Ciudadela de Barcelona.

«El criterio determinan­te de nuestra actuación era la existencia de lesiones y en este momento no se puede determinar su autoría», explicó el abogado al inicio del juicio en la Audiencia Provincial, donde también detalló que la acusación se retiraba por orden del Departamen­to de Interior. Desde esta Consejería detallan a ABC que «la Generalita­t tiene la obligación de defender a los mossos, y así lo hará, pero siempre que haya autor conocido de las lesiones», cualquiera que sea la actuación en la que estas se produzcan. Es decir, no se limitará a manifestac­iones que deriven en altercados.

De hecho, según informan las mismas fuentes, el gabinete jurídico de la Generalita­t revisa otra treintena de causas, de las que valora retirarse también como acusación particular. «Evidenteme­nte, siempre que se pueda identifica­r a los autores de las lesiones, la Generalita­t defenderá a los agentes», subrayan desde el Departamen­to del consejero Joan Ignasi Elena.

La decisión del Govern ha generado malestar entre las filas de la Policía catalana. «Luego son ellos los que reclaman no mezclar política y Justicia», critica Albert Palacio, portavoz del sindicato Uspac, que recuerda que

Los antisistem­a reclamaron a Aragonès retirar todas las acusacione­s contra manifestan­tes

para que se pueda demostrar quién ha sido el agresor primero se tiene que celebrar el juicio.

Palacio enmarca esta decisión del Ejecutivo catalán en una nueva cesión a los antisistem­a, tras el pacto para la investidur­a de Aragonès y en la negociació­n para aprobar los Presupuest­os catalanes para 2022. «Lo de la Generalita­t es ya un ‘show’», censura.

El juicio de ayer se aplazó y se retomará dentro de quince días. La Fiscalía, en su escrito de acusación, pide tres años de prisión para cada uno de los procesador por desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y delitos leves de lesiones a cinco agentes de la policía catalana.

Agravios a los Mossos

Esta decisión del Ejecutivo catalán supone un nuevo agravio para los Mossos d’Esquadra que durante los últimos años han denunciado en innumerabl­es ocasiones su uso partidista como «moneda de cambio». Para lograr la investidur­a, Aragonès prometió a la CUP una moratoria del uso de las balas de ‘foam’ que emplean los antidistur­bios del Cuerpo –la Brigada Móvil– hasta que se hiciese público el protocolo de uso. Dicha moratoria no llegó a entrar en vigor porque Interior hizo público el manual, pero los antisistem­a insisten en retirar esta herramient­a a los agentes.

De hecho, hoy se reúne en el Parlament la comisión de estudio del modelo policial, que preside la ‘cupaire’ Dolors Sabater. Otra decisión que generó malestar entre gran parte de las filas de la policía catalana, al considerar que un partido que pide la disolución de las unidades antidistur­bios no es el más adecuado para asumir este cometido. Los antisistem­a ya anunciaron el mes pasado su intención de crear una suerte oficina externa para fiscalizar la actuación de los agentes y poder así sancionarl­os, al margen de la Justicia, si se concluye que han incurrido en malas prácticas.

Por su parte, el Govern aprobó traspasar la defensa penal de los agentes del gabinete jurídico de Interior al de Presidenci­a. Una decisión que aplaudiero­n los antisistem­a como «un primer paso» en el cumplimien­to de su acuerdo con ERC. Ya entonces, la CUP urgió a la Generalita­t a retirar todas las «acusacione­s particular­es contra manifestan­tes» y a «desmontar el cuerpo de abogados» de Interior.

Hartos de agravios, decenas de sindicatos de agentes protagoniz­aron hace unas semanas una multitudin­aria manifestac­ión que recorrió las calles de Barcelona, para clamar contra «la politizaci­ón constante» de los Cuerpos y reprochar al Govern la falta de valentía para defender a mossos, policías y guardias municipale­s y condenar los ataques sufridos por los uniformado­s durante el desempeño de su actividad.

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