París convoca en Calais a ministros del Interior para tratar la crisis
➤ Macron acusa a Johnson de querer «instrumentalizar el drama humano»
Una de las propuestas que se estudiará el domingo apunta a patrullas comunes franco-británicas en el canal de la Mancha
Emmanuel Macron, su ministro del Interior, Gérald Darmanin, y las asociaciones de pescadores francesas, respondieron ayer con vigor verbal y diplomático a Boris Johnson, invitándole a no «instrumentalizar» una situación humana dramática y una situación económica catastrófica.
En la noche del miércoles, el presidente francés lanzó su primera andanada personal contra el primer ministro británico: «Francia no consentirá que el canal de la Mancha se convierta en un cementerio». Dirigiéndose personalmente a Boris Johnson, Macron insistió con esta advertencia solemne: «Nadie debe instrumentalizar una situación dramática con fines políticos».
El presidente francés y el primer ministro inglés se detestan nada cordialmente. Macron estima que Johnson es un personaje de poco fiar, que ha intentado engañar una y otra vez a Francia, montando ‘números’ que oscilan entre lo escandaloso y la propaganda demagógica.
Macron y Johnson se han cruzado sin éxito en varias reuniones multilaterales, sin encontrar nunca el punto de equilibrio que permite un diálogo diplomático constructivo. De ahí las penúltimas advertencias del presidente francés. Macron denuncia la «utilización» política de una tragedia humana con fines bajamente políticos. Se trata de un lenguaje de una franqueza inusual y brutal en la escena diplomática.
Sentado ese principio cardinal, desde la jefatura del Estado, Gérarld Darmanin comenzó a mover los peones diplomáticas básicos: convocatoria de una reunión intergubernamental, en Francia, en Calais, con los ministros del interior y la inmigración belga, alemán, holandés y británico, acompañados de representantes de la Comisión europea. Se trata, por parte francesa, de insistir en la dimensión continental del problema. Diálogo multilateral, para evitar el diálogo de sordos entre París y Londres.
En la reunión del domingo deben estudiarse varias propuestas, francesas, inglesas, belgas y alemanas, comenzando por el lanzamiento de patrullas de policía comunes, francobritánicas, de entrada, para intentar evitar la multiplicación de tragedias humanitarias, que han tomado dimensiones inquietantes. Sin resolver el problema de fondo, podría tratarse de una medida coyuntural, intentando acotar un problema atroz. Muchas organizaciones humanitarias afirman que el canal de la Mancha corre el riesgo de convertirse en un «cementerio, como el Mediterráneo».
Londres y París coinciden en un punto, sensible: denunciar al unísono las acciones de grupos de criminales especializados en el tráfico de seres humanos. Las organizaciones humanitarias, por su parte, denuncian el comportamiento de los gobiernos inglés y francés. Por parte gubernamental francesa se desea conseguir un esfuerzo común de la UE, reforzando los mecanismos de controles fronterizos.
Antecedentes
La crisis de los movimientos migratorios, a través del canal de la Mancha, entre Francia y el Reino Unido, tiene raíces muy profundas, y coincide con la crisis siempre irresuelta de las licencias de pesca. A finales de octubre, Emmanuel Macron amenazó con «cerrar» o «bloquear» el ingreso de mercancías inglesas en Europa, a través de los puertos franceses, si el Gobierno de Boris Johnson no cumplía sus compromisos concediendo las licencias prometidas a los pescadores franceses. Esa amenaza provocó una crisis diplomática sensible. Tres semanas después, la crisis de las licencias pesqueras continúa irresuelta. Y los pescadores franceses anuncian «acciones» en varios puertos, como Calais, Ouistreham y Saint-Malo, este fin de semana.
A lo largo de todo el viernes, los pescadores franceses procederán al bloqueo de mercancías inglesas que deben o debían ser distribuidas en Francia y otros países del continente.