Christian Lindner, una luz liberal en la nueva coalición alemana
Militante del FDP desde los 16 años, el actual líder de los liberales se convertirá en ministro de Finanzas para reducir la burocracia y reformar las pensiones
La negociación de una coalición es asignatura troncal en la política alemana y lo primero que se aprende es que se negocian antes los contenidos y solo después se reparten las carteras. Lo contrario resultaría grotesco. Pero en la ‘coalición semáforo’, que actualmente negocia el socialdemócrata Olaf Scholz con liberales (FDP) y verdes (Die Grünen), hay una demanda muy concreta establecida por el FDP desde el minuto cero: el Ministerio de Finanzas será para Christian Lindner.
Europa ha estado muy pendiente de esta negociación porque Alemania sería otra si ese puesto lo ocupara, por ejemplo, Robert Habeck, el copresidente de los verdes, que lo ambicionaba. Aunque quizá el lobo no sea tan fiero como lo pintan. Es cierto que Lindner (Wuppertal, 1979) jamás permitirá que los países del sur de la UE hagan de su capa un sayo con la deuda pública y tampoco puede ser más claro en su negativa a dar pasos que acerquen a la Eurozona a la mutualización de la deuda, pero hay matices. Está a favor del ‘Green Deal’, un fondo europeo para la lucha contra el cambio climático que no computaría como deuda nacional, que es algo parecido, aunque por la puerta de atrás.
Lindner tiene ideas fijas: reducir la burocracia o reformar las pensiones. Le disgusta que Bruselas dependa de Turquía en materia de inmigración y querría una Policía fronteriza. No es reacio a gastar y está dispuesto a un plan de inversiones en infraestructuras, educación y digitalización. En la UE, quiere más coordinación en Defensa y volver a un presupuesto libre de deuda. Podría acceder a una relajación coyuntural de la disciplina fiscal, pero no quiere tocar los Tratados. A los más endeudados les puede resultar antipática su aversión al déficit, pero curiosamente sería clave por su presencia en el Ecofin, para que los que compran deuda europea sigan confiando en ella. En cierta forma, es la oposición desde dentro de la nueva coalición.
Sus colaboradores más estrechos comentan que tiene más cintura de la que se le supone, la suficiente como para aprender de las crisis pasadas, y recuerdan que sabe mucho sobre España. De hecho, conoce muy bien el Nassau Beach Club de Portixol, en Palma de Mallorca. Hasta la pandemia, acudía a la isla con regularidad. En 2018, Lindner se reunió en Madrid con Albert Rivera y acordaron trabajar juntos «como fuerzas cosmopolitas y económicamente sensatas, contra el populismo de izquierda y derecha en Europa». Ambos comentaron que era el momento de las fuerzas del «centro liberal y progresista». Mientras Ciudadanos sigue lejos de conseguirlo, Lindner ha convertido su partido en un hacedor de reyes. A sus 42 años, cumple sus metas: sin el FDP no es posible gobernar Alemania.
Es el resultado de un largo esfuerzo. Comenzó a militar en el FDP con 16 años. Su primera empresa la montó con 18 y en el 2000 era el parlamentario regional más joven en la historia de Renania del Norte-Westfalia. Dirige la web Wirschafts Wunder y el Forum New Economy y sus ingresos rondan hoy los 600.000 euros al año. Acaba de prometerse en segundas nupcias con la periodista Franca Lehfeldt, que le emparentará con el grupo RTL, la compañía de medios más grande de Europa y cuyo accionista mayoritario es el conglomerado alemán Bertelsmann, con 57 cadenas de televisión y 31 emisoras de radio en diez países.