Zapatero y Belarra aplauden la reparación a las víctimas del terror… en Colombia
► Derechos Sociales organiza un foro con el exjefe de las FARC y Juan Manuel Santos
«El camino hacia la paz no se puede recorrer sin el empuje de personas como Rodrigo», afirmó ayer la ministra Ione Belarra mirando a Rodrigo Londoño, excomandante en jefe de las FARC y más conocido como ‘Timochenko’, en la apertura de un seminario para ensalzar el acuerdo firmado hace cinco años en Colombia para cerrar medio siglo de conflicto armado. En el acto, organizado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2020 en uno de los campus de la Universidad Carlos III, participaron también el expresidente colombiano Juan Manuel Santos y el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y entre los asistentes figuraban el secretario de Estado Enrique Santiago, también secretario general del PCE y en su día letrado de los terroristas, así como la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mercedes Aizpurúa.
Los intervinientes, entre los que no había representantes del Gobierno colombiano, se felicitaron a coro por el éxito que a su juicio supuso el Acuerdo de Paz en 2016, aunque coincidieron en las dificultades para aplicarlo, de las que culparon al uribismo y al actual presidente colombiano, Iván Duque.
Para Belarra, el acuerdo es «un ejemplo a nivel internacional» que pone «en el centro a las víctimas» y, aunque «ha habido avances» en su puesta en práctica, también afronta «obstáculos que amenazan su implementación».
«Hacer la paz es más difícil que hacer la guerra, y me ha tocado hacer las dos», dijo por su parte Santos, que auguró que la construcción de la paz llevará generaciones. A su juicio, es «mucho más difícil perdonar que agredir, sanar heridas que dar órdenes a los comandantes». Su balance tras cinco años es «positivo, pero agridulce», comentó, ya que persisten los asesinatos de exterroristas y de líderes sociales.
El excomandante en jefe del Estado Mayor de las FARC, hoy incorporado a la vida político como líder del partido Comunes, reafirmó su petición de «perdón» a las víctimas de los terroristas y su voluntad de «no volver a la guerra». Así mismo, indicó que «ha sido necesario porfiar una y otra vez con el Gobierno» para la implementación del acuerdo, aunque, subrayó, el apoyo de los colombianos es mayoritario.
Plebiscito ignorado
Ninguno se refirió al rechazo mayoritario del pueblo colombiano en el plebiscito al que se sometió el acuerdo inicial, a pesar del cual poco después se firmó el definitivo, esta vez sin pasar por el visto bueno de las urnas.
José Luis Rodríguez Zapatero elogió tanto a Santos como Londoño. Al primero por su valentía frente a la cual «no hay crítica ni intransigencia ni fanatismo que pueda», y al exjefe de las FARC por su decisión de dejar las armas. «Me hubiera gustado escucharte más tiempo», reconoció. «Lo que hicisteis en Colombia no es un acuerdo de paz, es un tratado para la paz, lo que exigía uno de los conflictos más graves de la historia contemporánea», dijo con solemnidad el exjefe del Gobierno, que recordó que las 250.000 víctimas mortales y los millones de desplazados a lo largo de 50 años. Zapatero sacó además a relucir su etapa en el Gobierno (2004-2011). «He tenido que afrontar algunos finales de la violencia», recordó, para añadir: «Fue difícil terminar con la violencia de ETA, pero comparado con Colombia, me parece mucho más llevadero».