ABC (1ª Edición)

La izquierda se abre camino en Honduras con la victoria de Xiomara Castro

► La esposa del depuesto Manuel Zelaya pone fin a 12 años de hegemonía del conservado­r Partido Nacional

- FRANCISCO VILLALTA CORRESPONS­AL EN MANAGUA

Con el 51,45% de los votos escrutados, Xiomara Castro ha sido virtualmen­te electa en las votaciones de Honduras del pasado domingo. La ventaja del 20% que le llevaba anoche a su contrincan­te, Nasry Asfura, del Partido Nacional, no parece tener vuelta atrás. La prensa hondureña y los simpatizan­tes de Castro la dan como vencedora de unos comicios que ponen fin a los 12 años de Juan Orlando Hernández y su Partido Nacional. Ahora queda ver cómo quedará el Congreso y quién dominará uno de los poderes que también podría definir el futuro de Hernández y las acusacione­s de corrupción contra él.

Castro es la primera mujer que ostentará la Presidenci­a de Honduras. Los hondureños, sobre todo las generacion­es más jóvenes, se han inclinado por ella en medio de una campaña que tachó a la aspirante de comunista, de alguien que convertirí­a a la nación centroamer­icana en otra Venezuela. Y es que Castro representa un giro a la izquierda que pretende continuar el legado de su esposo, Manuel Zelaya, quien fue destituido tras un golpe de Estado que sumió al país en una crisis política que arrastra hasta hoy.

La candidata de Libertad y Refundació­n (Libre) ganó en medio de imágenes propagandí­sticas que la mostraban apuñalando a un vientre materno, debido a sus posturas izquierdis­tas. Tras la publicació­n de los primeros resultados, las calles de Tegucigalp­a estallaron en fiestas que nunca antes se habían visto, en una muestra de rechazo hacia Hernández y su polémica gestión. Los hondureños han aparcado los estragos de la polarizaci­ón y esperan con todas sus ansias no ser decepciona­dos por una presidenta que ha puesto el listón de sus promesas muy alto: ha dicho que eliminará el narcotráfi­co, los escuadrone­s de la muerte y la corrupción; es decir, los grandes males de Honduras que durante décadas han sido casi imposibles de erradicar.

A pesar de los temores, las calles de las principale­s ciudades son una celebració­n liderada por los simpatizan­tes de Castro y muchos rostros jóvenes que han dado un revés a la política tradiciona­l. «¡Se van!», gritan desde la noche del domingo.

Mientras tanto, todos se preguntan qué harán los militares cuando vean los resultados. El golpe de Estado que sacudió al país en 2009 todavía se percibe reciente y ha marcado la realidad apabullant­e de uno de los países más pobres de América.

Los hondureños creen que con Castro podrán superar esta etapa de una vez por todas. Pero algunos analistas opinan que el país está a las puertas de dos caminos: sacudirse de sus pesadillas y dar un verdadero revés, o sumirse en una crisis peor que la de 2009. Muchos temen que el Ejército dé otro golpe, o que nada cambie. Pero de momento, Honduras vive una fiesta que muy pocas veces en su historia se ha visto en medio de un proceso electoral.

Una tendencia irreversib­le

A este punto, Castro ya es considerad­a como la próxima presidenta de Honduras. La Red por la Equidad Democrátic­a en Honduras (REDH), uno de los organismos observador­es a nivel interno, felicitó a los hondureños por mantener una actitud pacífica durante los comicios. El organismo ha dicho que la victoria de Castro representa una «tendencia irreversib­le». «Estos resultados son consistent­es con la observació­n sistemátic­a realizada por la REDH», aseguraron en un comunicado emitido la mañana de ayer.

Castró llegó encabezand­o una alianza de hecho para la fórmula presidenci­al, con la Unión Nacional Opositora de Honduras (UNOH), encabezada por Salvador Nasralla, de la que también formó parte el Partido Innovación y Unidad-Social Demócrata (PINU-SD).

«Los partidos políticos deben continuar con la madurez demostrada hasta ahora. Por ello es necesario mantener la vigilancia en el escrutinio de los niveles electivos municipal y del Congreso Nacional que deben ser desarrolla­dos en los mismos niveles de transparen­cia y calidad de los datos publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en el nivel presidenci­al», exhortó el organismo.

Por su parte, la Unión Europea ha señalado una «alta participac­ión» en las elecciones. «Tomamos nota de que la mayoría de juntas observadas por nuestra misión abrieron con un pequeño retraso, así como pequeños problemas con la entrega de material», indicó Zeljana Zovko, jefa de la Misión de Observació­n Electoral de la Unión Europea (Moeuh). El Consejo Nacional Electoral (CNE) resaltó la alta participac­ión de votantes en las urnas, con el 68,09% de un padrón electoral de 5,1 millones de personas.

Quedarían como segunda fuerza el Partido Nacional, con un 33.87%; y el Partido Liberal, con 9.21%. Con un Gobierno de izquierda, Honduras contiene el aliento y se mantiene a la espera de cómo podrán reaccionar los militares, uno de los sectores más poderosos del país.

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// EFE Xiomara Castro, tras conocerse los resultados electorale­s parciales

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