Los Goya desinflan a Almodóvar y elevan al ‘buen patrón’ de Aranoa
La Academia ratifica a la candidata española a los Oscar, que hace historia con sus veinte nominaciones ‘Maixabel’, de Icíar Bollaín, resurge, pero se olvidan de Rodrigo Cortés y su película ‘El amor en su lugar’
No hubo finalmente golpe de timón en las nominaciones a los premios Goya. La Academia remó a favor de su candidata para los Oscar y volvió a elegir a ‘El buen patrón’ por delante de las ‘Madres paralelas’ de Pedro Almodóvar, que cerró el podio de las más nominadas con ocho candidaturas. Resurgió en segunda posición ‘Maixabel’, de Icíar Bollaín, que repitió presencia con catorce, y las acompañaron en el quinteto de mejor película ‘Mediterráneo’ (con siete), que ya formó parte de la terna de preseleccionadas para la estatuilla dorada, y con seis ‘Libertad’, de la directora novel Clara Roquet. Una de ellas se coronará el próximo 12 de febrero en Valencia, donde el único premio seguro es el que recogerá José Sacristán, reconocido con el Goya de Honor hace unos días.
La película de Fernando León de Aranoa arrasó ayer con veinte menciones e hizo historia, rompiendo el récord que desde 1994 conservaba ‘Días contados’, dirigida por Imanol Uribe y también con Javier Bardem en el reparto. El actor, nominado en una de las categorías más potentes junto a viejos conocidos de los Goya como Javier Gutiérrez (‘La hija’), Luis Tosar (‘Maixabel’) y Eduard Fernández (‘Mediterráneo’), es solo la punta de lanza de ‘El buen patrón’, que consiguió presencia en todas las categorías menos en ocho. Casi pleno, incluida alguna candidatura sorpresa, como la de efectos especiales. «Arde un coche al final y tenemos un ataque de un pájaro. Amaestrarlo fue complicado», justificó, entre risas, un «alegre» León de Aranoa, que competirá por el Goya a mejor director junto a Manuel Martín Cuenca, Bollaín y Almodóvar. A pesar de la cascada de menciones, el cineasta madrileño prefirió ser cauto. «Soy del Atlético y sé lo que es llegar a un par de finales de Champions y volver sin nada», dijo en la Academia, acompañado por gran parte de su nominada ‘familia’.
A su lado, una vez más, Bardem, para quien la candidatura es «un accidente maravilloso». El actor, uno de los españoles más internacionales, se atrevió a imitar la voz de su personaje en la película, aun sin peluca canosa ni maquillaje, para reflexionar con cómo se lo habría tomado el empresario al que da vida: «Veinte nominaciones están muy bien pero para que esté equilibrado se necesitan veinte premios, sobre todo para las subvenciones del cine. Hay que hacer hueco en la pared de Blanco. Esperemos que no haya que llegar tan lejos como él para ganar un Goya», bromeó con la voz del cacique el intérprete, que acumula cinco cabezones y un Oscar.
No estuvo en el acto su mujer, la también nominada Penélope Cruz, aunque la Academia no dejó precisamente huérfana a ‘Madres paralelas’. Milena Smit, candidata a mejor actriz de reparto junto a su compañera en la película Aitana Sánchez-Gijón, aseguró que se «hace justicia» con la presencia en los premios de las tres actrices del filme, que interpretan a tres generaciones de mujeres. No quiso entrar a valorar las ocho nominaciones ni qué le parecían a Almodóvar, aunque sí aseguró que era «un día para celebrar. La decepción no cabe en un día tan especial».
Repiten muchos habituales en los premios Goya, que pierden la oportunidad de renovarse apostando por caras nuevas La película de León de Aranoa, protagonizada por Javier Bardem, arrasa en los Goya con veinte candidaturas, cifra récord
Pocos riesgos
El cine español sobrevivió a la pandemia, superó los retrasos y demostró que, pese a las contingencias y la mermada taquilla, todo sale adelante con esfuerzo. Paradójicamente, aunque la industria ya se encuentra medio recuperada y con ganas de plantar cara a lo que venga, que siempre es mucho, a la 36ª edición de los premios Goya se presentaron 160 largometrajes, solo cinco más que la difícil temporada pasada, y riesgos, lo que se dice riesgos, no hubo muchos.
Repitieron actores siempre golosos para los académicos, como los presentes en la categoría masculina, aunque algo más de novedad se apreció en la femenina, en la que competirán veteranas como Penélope Cruz (‘Madres paralelas’), Emma Suárez (‘Josefina’), Blanca Portillo (‘Maixabel’) y Petra
Martínez, la decana del cuarteto que, curiosamente, debuta en estos premios. «Estar en los Goya es mucho. Nunca había estado nominada, así que ya puedo decir que lo estoy, estoy muy contenta. Sobre todo, me gusta eso de
nominación porque dura mucho más tiempo que el premio», reconoció la actriz, de 77 años y protagonista de ‘La vida era eso’, cinta que en un principio rechazó.
Después de reinventarse la temporada pasada con una gala semivirtual encabezada por Antonio Banderas, la Academia tenía el deber y la oportunidad de virar la espadilla de nuevo. Pero donde hay patrón no manda marinero. No se atrevieron los votantes a desafiar a la tradición, repitiendo la jugada que excluyó el año pasado a ‘El año del descubrimiento’ en la categoría de mejor película. Del mismo modo que la cinta de Luis López Carrasco, la inclasificable y aclamada ‘Quién lo impide’, de Jonás Trueba, se tuvo que conformar con ser la favorita para llevarse el premio a mejor documental, olvidada en mejor película.
Pierden también los Goya la oportunidad de reconocer a uno de los cineastas más internacionales de España, Rodrigo Cortés (‘Buried’, ‘Luces rojas’), que se quedó sin nominaciones en las categorías principales por su película ‘El amor en su lugar’, que se estrena este viernes. Ni siquiera una mención a su música, compuesla ta por Víctor Reyes, tan solo dos, a mejor diseño de vestuario y a mejor dirección de producción.
Raras avis como ‘Espíritu sagrado’, de Chema García Ibarra, que sí obtuvo ‘premio’ en los Feroz, se perdieron entre el abismal dominio de la cinta de León de Aranoa. También otras como ‘El vientre del mar’, de Agustí Villaronga, gran triunfadora del Festival de Málaga que obtuvo solo una candidatura, guion adaptado.
En cuanto a las sorpresas positivas, destacan las seis nominaciones a ‘Las leyes de la frontera’, de Daniel Monzón, que rinde un homenaje estilizado al cine quinqui de finales de los setenta. También que una ópera prima como ‘Libertad’, de Clara Roquet, consiga un hueco en la categoría reina. «Estoy en ‘shock’», reconoció la directora, candidata a mejor dirección novel junto a Carol Rodríguez Colás (‘Chavalas’), Javier Marco (‘Josefina’) y David Martín de los Santos (‘La vida era eso’). El distribuidor de la película, que acaba de estrenarse en salas, aprovechó la ocasión para pedir a los espectadores que vayan al cine a verla. «No tiene ninguna razón de ser que la única película española que estuvo en el Festival de Cannes esté tan maltratada en taquilla. Espero que crezca en visibilidad y la gente vaya», reclamó en el acto.
O él o ella
Las votaciones de la Academia son inescrutables, como los caminos del Señor. ‘La hija’ solo obtuvo dos nominaciones, actor y director, pero se olvidaron de Patricia López Arnaiz, quizás porque el Goya que ganó el año pasado por ‘Ane’ está todavía muy reciente. La balanza del empresario de Bardem habría aplicado a buen recaudo una decisión más salomónica, sobre todo porque la intérprete sostiene, junto a Javier Gutiérrez, el peso de la angustiosa cinta, que aborda el dilema moral de la gestación subrogada en clave de thriller. Del mismo modo que los cabezones olvidaron a la actriz y no al actor, sucede lo contrario con los protagonistas de ‘Josefina’. Emma Suárez sí logra la candidatura, al contrario que su contraparte en el filme, Roberto Álamo. Suárez, que acudió a la Academia para agradecer la nominación, se acordó de su compañero, sin el que, dijo, no hubiera sido posible haber sacado su papel adelante.