Engancha la pinza a la batería
Inés Arrimadas Presidenta de Ciuddanos
La líder de Ciudadanos tira la toalla y ofrece al PP una coalición, de momento circunscrita a Andalucía
Cuando alguien suelta, como ayer Arrimadas, lo de «llegados a este punto» lo más normal es que no haya llegado a ninguna parte y quiera darse la vuelta, haciendo dedo o por procedimientos mecánicos. Cuando alguien suelta, como ayer Arrimadas, que «hay que valorar cualquier cosa» es que la cosa ya no tiene valor. Y cuando alguien suelta, como ayer Arrimadas, que su propuesta es puramente especulativa y que «no es algo que haya estado ni está encima de la mesa» es que acepta ya cualquier precio a la baja por lo que ofrece o cree poder ofrecer. La presidenta de Ciudadanos, conocida por la operación presupuestos, el caso Murcia, el expediente Aguado o el batacazo Bal, todos de la misma macrocausa, claudicó ayer ante la evidencia de la progresiva extinción de su marca electoral y brindó al PP una coalición que de momento se queda de Despeñaperros para abajo. Lo que diga el señorito Juanma, con Marín de manijero. Inés Arrimadas, la del ‘sorpasso’ liberal, la del ‘no es no’ a una fusión con el PP, ya fuera por absorción o empate, se presta ahora a formar listas conjuntas con los de Pablo Casado y a salvar los muebles de una sede cuyo alquiler no va a poder pagar de aquí a nada, ni con dinero en B. La alférez provisional de Ciudadanos empieza en Andalucía a entregar la cuchara, pero con una falta de humildad que se deriva de sus no tan viejos sueños de grandeza. Asegura Arrimadas, muy desprendida, que todo es para evitar una «pinza anticambio por la izquierda y la derecha». Lo dice quien lleva toda la vida en el centro, mirando a los lados y con las pinzas de la batería preparadas para cualquier enganchón.