LA COSTUMBRE DE ADOPTAR ADULTOS EN JAPÓN MEJORA LA RENTABILIDAD
Barderas, director de la Asociación Madrileña de la Empresa Familiar.
«También hay un cambio de paradigma del liderazgo», añade Barderas. «El liderazgo del fundador es reconocido y se basa en su mando. El liderazgo de la generación sucesora debe ser distinto, debe estar al servicio de los demás, de los trabajadores y los grupos de interés. Deben entender que ellos han llegado ahí a servir a los demás».
A los sucesores les persigue la llamada ‘conjetura de Carnegie’. Andrew Carnegie fue un industrial que se hizo rico con el acero y los ferrocarriles en EE.UU. y a los 65 años decidió dedicarse a la filantropía. Obra suya es el Carnegie Hall de Nueva York y la Universidad Carnegie Mellon. Él sostuvo en un ensayo que escribió en 1891 que «el padre que deja a su hijo una enorme riqueza generalmente apaga los talentos y energías del hijo, y lo induce a vivir una vida menos útil y menos digna». En la década de 1990, tres economistas descubrieron evidencia empírica que apoyaba esta conjetura (Holtz-Eakin y otros, 1992).
En la empresa familiar española, en el 90% de los casos, el consejero delegado pertenece a la familia propietaria. El 79% son hombres y el 21% mujeres. El porcentaje de directivos miembros de la familia es mayor en las firmas pequeñas (93% en las microempresas) y va descendiendo a medida que la firma crece en número de trabajadores, limitándose al 55,6% en las de gran tamaño.
A esto es lo que los expertos llaman ‘gestión dinástica’. «Es omnipresente en todo el mundo, pero especialmente en los países en desarrollo. Consideramos que la gestión dinástica es una fuente potencial de ineficiencia: si el heredero de la empresa familiar no tiene talento para la toma de decisiones gerenciales, la meritocracia falla», sostienen Francesco Caselli y Nicola
Gennaioli en un trabajo publicado en 2003. Su estudio plantea que esta ‘gestión dinástica’ se infiltra, con virtudes y defectos, en la economía a través de la Productividad Total de los Factores (PTF) y puede explicar algunas diferencias sustanciales de productividad entre distintos países.
Adoptar a un directivo
La salida a bolsa de una parte del capital de una empresa familiar tiene ventajas e inconvenientes, según José Ramón Pin Arboledas, profesor emérito de Dirección de Personas en las Organizaciones de Iese. «Una ventaja es que puede tomar decisiones a largo plazo, una de las características básicas de la empresa familiar. Puede decidir no repartir dividendos y destinarlos a inversión porque no siente la presión de tener que retribuir el capital. El inconveniente, sin embargo, es que una parte de la familia tenga intereses distintos», explica.
Pero la exposición a los mercados contribuye a la profesionalización de la empresa y a una mejora del cumplimiento normativo. Un estudio realizado en 22 economías emergentes por los investigadores Mullins y Schoar en 2013 descubrió que los estilos de gestión de los ejecutivos de una compañía varían según el grado de influencia que la familia propietaria o el fundador quieran seguir desempeñando en la empresa.
Los ejecutivos de empresas con mayor participación familiar tienden a desarrollar una gestión más respetuosa de las jerarquías y se sienten más obligados a rendir cuentas a los grupos de interés –empleados o bancos que facilitan financiación– que a los propietarios y fundadores. Estos directivos, además, veían que su papel era mantener el ‘statu quo’ en lugar de impulsar cambios para mejorar el negocio o las perspectivas de la empresa. En contraste, los directores de empresas no familiares muestran un enfoque más convencional de maximización del valor para los accionistas.
Una de las características diferenciales de la empresa familiar japonesa es la costumbre de adoptar adultos, incluso si la familia propietaria tiene hijos biológicos. Esto ha hecho inusualmente competitivas a las empresas familiares niponas, y los estudios de Vikas Mehrotra y sus colegas publicados en 2011 demostraron que las firmas con herederos adoptados ganaban más dinero que las que tenían herederos de sangre. La adopción sirve así en Japón para neutralizar la ‘conjetura de Carnegie’.
Familia Del Pino, Ferrovial LA PROFESIONALIZACIÓN DE LA COMPAÑÍA HA LOGRADO QUE LA SUCESIÓN DE PADRE A HIJO PUEDA CONSIDERARSE UN CASO DE ÉXITO