VIÑEDOS PROPIOS, VINOS CON CARÁCTER
No existe mejor modo de comprender con detalle la filosofía de Bodegas Pujanza que visitar sus viñedos. Entender por qué cada vino es como es y cómo su origen determina su carácter solo es posible pisando el terreno y atendiendo a las explicaciones de quienes lo conocen como nadie.
Uno de los viñedos más emblemáticos de la empresa es Finca Valdepoleo, origen del vino del mismo nombre. Situada a una altitud de 630 metros, está dividido en siete parcelas que se trabajan por separado desde la vendimia hasta el final de la crianza en barrica, cuando se decide su coupage final. Pujanza Norte nace de la Finca Norte, un viñedo bañado por los vientos del norte y que se asienta sobre un terreno donde la roca madre de piedra caliza se encuentra a solo medio metro de la superficie.
A escasos metros de la bodega, en un pequeño valle rodeado de lomas, se encuentra La Valcabada, un viñedo centenario de solo 0,8 hectáreas con un microclima propio que permite elaborar la limitada producción de Cisma, uno de los vinos más singulares y apreciados de Pujanza.
En el año 2016, Carlos San Pedro compró La Paul, un viñedo de 1,8 hectáreas emplazado muy cerca del casco urbano de Laguardia. De sus viñas, de 70 y 90 años, toma su nombre el último lanzamiento de Pujanza: La Paul.
La bodega de Carlos San Pedro elabora también dos excelentes y recomendables vinos blancos a partir de la variedad Viura cultivada en la finca San Juan de Anteportalatina, que ocupa una extensión de 1,5 hectáreas. Se trata de Añadas Frías y SJ Anteportalatina, que comparten viñedo pero no añada.