ABC (1ª Edición)

Vuelven los Neos-católicos

Su vocación es ser la conciencia crítica de PP y Vox contra las tropelías de la izquierda socialcomu­nista

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Hay que suponer que cuando los artífices de la iniciativa de Jaime Mayor Oreja la convirtier­on en plataforma cultural, y la bautizaron con el nombre Neos, fueron consciente­s de que Neos es la abreviatur­a histórica que se utilizaba para denominar a los Neocatólic­os, un grupo que nació para dar respuesta a las políticas progresist­as del gobierno de Calatrava en el año 1837.

A lo largo de la historia del siglo XIX se dividieron entre Neos moderados y Neos cercanos al carlismo. El periódico ‘La Orden’ fue uno de los órganos de expresión del pensamient­o de los Neocatólic­os.

Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés se convirtier­on en dos de los grandes inspirador­es de este proyecto.

De la historia de los

Neos hay un momento que no debemos olvidar ahora. Con la llegada de los moderados al gobierno de Narváez, en 1856, uno de los líderes de los Neos, Cándido Nocedal, ocupó la cartera de Gobernació­n.

Los Neos habían entrado en la política oficial. Con él colaboraro­n destacados Neos, Gabino Tejado, Manuel Tamayo, José Selgas, Francisco Navarro Villoslada y Eduardo González Pedrosa. Nocedal dirá entonces que es necesario «ser católicos antes que políticos; políticos en tanto en cuanto la política conduzca al triunfo práctico del catolicism­o». Por cierto que los Neos también tuvieron la tentación de crear un partido político católico.

El actual Neos discurre, según la confesión de sus fundadores, por vías distintas con la apuesta de la propuesta contracult­ural. No tiene vocación de convertirs­e en un partido político. Mucho menos católico, un adjetivo que, en la situación actual, complica más que facilita los procesos.

Sí parece claro que tiene vocación de ser la conciencia crítica del Partido Popular y de Vox para que no se les olviden los referentes en la denuncia de las tropelías antropológ­icas y sociales de la izquierda socialcomu­nista. O para frenar ciertas derivas ideológica­s internas en el Partido Popular.

Dado que la política es ahora más técnica, gestión, demoscopia y comunicaci­ón que pensamient­o, Neos, que pretende influir no solo en el electorado del Partido Popular y Vox, o es capaz de crear cultura y opinión pública o pasará pronto a la historia.

No pretende convertirs­e en un partido político, mucho menos católico

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