Gama Audi RS: una oda a los motores de combustión configurados en uve
► Audi cuenta con 14 modelos de altas prestaciones, que se basan en su oferta convencional, pero llegan a los 650 CV
En un mundo en el que la electrificación ya avanza de forma imparable sentarse a los mandos de un coche deportivo con un motor de combustión es un acto revolucionario. Si no, por lo menos es un argumento de compra para los románticos, conscientes de que estos propulsores son una especie en extinción y, estrictamente, innecesarios.
Así lo puso de manifiesto uno de los instructores de conducción del circuito de Las Cruces (Navarra), pero, de nuevo, Audi no es una marca que se enfoque en lo estrictamente necesario y su división Audi Sport –los ingenieros locos detrás de la gama RS–, mucho menos.
Esta comprende 14 modelos diferentes, prácticamente cada coche que fabrican, incorporan los motores más potentes que son capaces de producir en el Grupo Volkswagen. De hecho, es a través de los propulsores una de las mejores maneras de ordenar la gama, ya que tienen tres compartidos y dos especiales. El pequeño es un pentacilíndrico en línea que proporciona 400 CV e impulsa los RS3, RS Q3 y TT RS. A él, le sigue el V6 que mueven los RS4 Avant y RS5, con 450 caballos y un sonido delicioso; finalmente, para los modelos más grandes, como el RS6 Avant –posiblemente el que mejor capture la herencia espiritual de los primeros RS–, RS7 y RS Q8, un V8 de 600 caballos ‘mild hybrid’ con etiqueta Eco.
Los motores especiales son los que impulsan al superdeportivo R8 –un V10 de 570 CV que comparte con el Lamborghini Huracán– y el eléctrico del RS e-tron GT, capaz de llegar a 100 km/h en 3,3 s.
RS5, un poema cupé
Si bien todos los RS dejan la primera impresión de ver a un luchador vestido de traje, esta sensación es especialmente aguda en el RS5, el cupé de tamaño medio cuyo precio parte de los 109.200 euros.
El RS5 se puede comportar perfectamente en una conducción diaria, pero donde brilla es en carreteras con curvas que hagan trabajar a su tracción quattro y a su capacidad de acelerar de 0 a 100 en menos de 4 segundos. Su chasis más rígido y su peso más bajo que el RS4 Avant –con el que comparte motor– hace que su paso por curva sea más decidido y deportivo.