Las pactos de Sánchez con Bildu rompen la unidad contra ETA y a favor de las víctimas
► Oposición y colectivos de afectados no acuden al homenaje anual de un Congreso casi vacío
El homenaje anual a las víctimas del terrorismo era hasta no hace mucho uno de los actos más concurridos y emotivos del Congreso. Desde que Bildu es socio preferente del Gobierno, ha devenido en la viva imagen de que esa unidad política se ha esfumado. Así quedó patente ayer en el acto de este año, con un hemiciclo casi vacío porque los principales grupos de la oposición y asociaciones de víctimas no fueron en protesta por la presencia de Bildu, sus pactos con el Gobierno y la política penitenciaria de éste con los presos de ETA. La representación del PP se limitó a la Mesa del Congreso, con Ana Pastor y Adolfo Suárez Illana, pero sin ningún diputado en el hemiciclo. Tampoco de Vox, que guardó un minuto de silencio fuera del Congreso. Su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, explicó que «no podemos participar de ninguna manera» en lo que considera un «falso homenaje». Además, se ausentaron la AVT, la Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Dignidad y Justicia y Covite.
Por el Gobierno solo fueron cinco ministros, todos del PSOE. Entre ellos, el del Interior, Fernando Grande-Marlaska, muy criticado desde la oposición y las asociaciones de víctimas por acelerar los beneficios penitenciarios a los etarras. No estuvieron Pedro Sánchez ni ninguna de las tres vicepresidentas.
Quien mejor resumió esa ruptura total de una «unidad democrática que ya no existe» fue el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, que lanzó a los presentes y ausentes dos preguntas retóricas desde el atril de la Cámara Baja: «¿Consideran que la memoria que las víctimas merecen es la que estamos construyendo? ¿Ustedes creen que nos acercamos a la justa normalización de la convivencia con un claro reconocimiento de víctimas y victimarios?».
Caballero, hijo de un concejal de UPN en Pamplona asesinado por ETA en 1998, exigió a los políticos que no caigan en «blanqueamientos y connivencias» con el relato sobre ETA. Y criticó los actos públicos a favor de etarras, que tildó de «indignos e inmorales». Por último, se preguntó «por qué después de tantos años hay tantos asesinatos de ETA sin resolver», en alusión a los 379 que ni siquiera han sido juzgados. Entre los pocos que le escuchaban, la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, que aplaudió varias veces sentada junto a los portavoces del PSOE, Podemos, PNV y el diputado Juan Ignacio López-Bas en representación de Ciudadanos.