Un misil ruso causa once muertos y cuarenta heridos en un centro comercial de Kremenchuk
Un misil ruso impactó ayer contra un centro comercial de la ciudad de Kremenchuk, en el centro de Ucrania, en un momento en el que alrededor de mil personas se encontraban realizando compras en su interior, según informó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a través de un mensaje en su canal de Telegram. «Está en llamas y los equipos de rescate están intentando apagar el incendio, el número de víctimas es imposible de imaginar», describió el mandatario. «No planteaba una amenaza para el Ejército ruso. No tenía valor estratégico. La gente solo quiere vivir una vida normal, lo que molesta tanto a los ocupantes», denunció a continuación. A sus palabras se sumaron las del alcalde de la localidad, que tachó el suceso de «otro crimen de guerra ruso, un crimen contra la humanidad, un abierto y cínico acto de terror contra la población civil».
Aunque el número exacto de víctimas puede aumentar durante las próximas horas, el gobernador de la región de Poltava, Dimitro Lunin, informaba ayer de que al menos once personas habían muerto y cuarenta habían resultado heridas tras el lanzamiento del misil, cifra que se mantenía al cierre de esta edición. «Esta es la situación actual en Kremenchuk a causa del bombardeo con un misil», lamentó Lunin, que también alabó la labor de los trabajadores del servicio de emergencia.
Tensión ante la cumbre
Junto a su mensaje en Telegram, Zelenski envió un vídeo con el estado del centro comercial después del ataque, en el que se podía apreciar la destrucción del edificio, preso de las llamas y rodeado de bomberos. No es la primera vez que los misiles rusos caen sobre Kremenchuk, una ciudad a orillas del Dniéper que ya fue atacada a inicios de la invasión rusa, con la destrucción de una refinería de petróleo y otras infraestructuras, informaba ayer la BBC.
El ataque contra el centro comercial se produjo un día después del bombardeo de un edificio en el centro de Kiev, en el que también hubo muertos y heridos. Estos últimos ataques rusos tensaban el campo de batalla mientras se celebraba la reunión del G-7 en Baviera, Alemania, y a dos días de la inauguración en Madrid de la cumbre de la OTAN, un encuentro decisivo para el futuro de la Alianza y de la guerra en Ucrania.