La renuncia de otra consejera recrudece la crisis de Indra
► El consejo de la firma se reúne de urgencia tras el asalto del Gobierno a la cúpula
Ofensiva parlamentaria del PP contra este asalto, que pide la comparecencia del presidente de la CNMV y de la ministra de Hacienda
La tormenta desatada por el asalto del Gobierno a la cúpula de Indra está todavía lejos de amainar. El consejo de administración de la tecnológica se reunió ayer con carácter de urgencia tras la salida de otra consejera independiente, Silvia Iranzo, que dimitió ayer por estar en «desacuerdo» con los ceses de vocales acometidos por el Gobierno y sus socios en la junta de accionistas del pasado jueves. Una maniobra que, según Iranzo, «supone rebajar el estándar de gobierno corporativo de la compañía en perjuicio de la mayoría de accionistas no representados en el consejo».
Iranzo perteneció al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado y también fue secretaria de Estado de Comercio entre 2008 y 2010, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y mientras Miguel Sebastián era ministro de Industria. Curiosamente, Sebastián también forma parte hoy del consejo de administración de Indra como consejero dominical a propuesta de la SEPI.
La ya exconsejera comunicó su intención de dimitir «irrevocablemente» y abandonar el órgano de Gobierno de la tecnológica en una carta remitida a la cúpula de la empresa el pasado 25 de junio. Es decir, un día después de la junta anual de accionistas de la compañía. Un encuentro en el que la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), el fondo Amber (propietario del grupo Prisa) y la compañía vasca de defensa Sapa se aliaron para promover el cese de cuatro consejeros independientes –Alberto Terol, Carmen Aquerreta, Enrique de Leyva y Ana de Pro– y la no renovación de otra –Isabel Torremocha–. Un «atropello» en palabras de Alberto Terol que ha generado un terremoto en la gobernanza de la compañía.
Porque a la dimisión de Iranzo anunciada ayer se suma una investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre lo ocurrido y una ofensiva parlamentaria del Partido Popular contra el Gobierno por el asalto. El vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, denunció ayer el «asalto institucional» del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a Indra tras perder las elecciones andaluzas. Y anunció una ofensiva parlamentaria con la petición de distintas comparecencias para debatir cómo el Ejecutivo ha decidido «controlar todos los resortes» tras su revés electoral.
Fuentes parlamentarias explican a este periódico que se pedirá la comparecencia en el Congreso de los Diputados de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de cuyo departamento cuelga la SEPI. Además, también se pedirá al presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, que dé explicaciones en la Cámara Baja. Por el momento, Buenaventura ha eludido posicionarse públicamente sobre si la alianza de SEPI, Amber y Sapa en Indra les obligaría a lanzar una opa sobre la tecnológica al concentrar más del 30% del capital social entre los tres.
Los inversores han penalizado con dureza ese movimiento, ya que las acciones de Indra se desplomaron un 14,76% el viernes, en lo que fue la peor sesión de la compañía desde 1999. Ayer, la tecnológica rebotó con una subida del 2,55% que le llevó hasta los 8,86 euros por acción. Pero en el mercado siguen existiendo dudas sobre la repercusión que tendrá el asalto.
Reunión de urgencia
La cúpula de Indra es consciente de ello, y por ello convocó ayer un consejo extraordinario en el que aseguró que trataría tanto el nombramiento de miembros de sus comisiones como el inicio del proceso de selección de consejeros independientes. Tras la salida de Iranzo solo se mantienen dos consejeros independientes en la compañía: Francisco García Sanz e Ignacio Martín, por los tres que cuenta la SEPI tras los nombramientos producidos durante la junta. Al cierre de esta edición, la compañía todavía no había terminado esta reunión extraordinaria.