«Alejandro siempre fue un niño, en su DNI sigue registrado como mujer»
► Un juez del Registro Civil de Orense autoriza el cambio de sexo a un niño de 8 años
Alejandro siempre se ha sentido un niño, aunque en el Registro Civil y en su DNI figura en femenino. «¡Qué guapa estás!»; «¿eres niño o niña?». «Mamá, guapa no, guapo», respondía siempre él. Con 5 años sus padres decidieron cambiarle el nombre en el DNI. Solo el nombre, pero Alejandro va a ver ahora incluido el sexo masculino en su documentación por decisión de un juez, que ha autorizado el cambio registral.
«Es una gran victoria y una alegría inmensa, supone un avance enorme para la infancia y para todos los colectivos que estamos luchando para que los menores se vean reconocidos», explicó ayer su madre, María José Rodríguez, al conocer la decisión.
El auto coincidió de pleno con la aprobación en el Consejo de Ministros de la segunda vuelta de la ‘ley Trans’ que reconoce la libre autodeterminación de género a partir de los 16 años sin necesidad de informes médicos ni psicológicos. Ahora, un juez del Registro Civil de Orense va más allá –consciente de lo polémico de su decisión– y rebaja la edad para el cambio registral a Alejandro, que cumplirá 9 años en agosto, tras valorar su «elevado grado de madurez» y su «situación estable de transexualidad».
Para la familia del niño, la decisión representa un gran «avance» y espera que pueda beneficiar a otras personas que están en la misma situación. La madre insistía ayer en que ser trans «no es una patología, como a veces se ha llegado a decir, sino una cuestión de identidad».
Su batalla judicial comenzó cuando el niño tenía 5 años, después de comprobar que «desde muy pequeño siempre se manifestaba como niño y hablaba en primera persona en masculino», pese a que en su DNI figuraba y lo sigue haciendo hasta hoy como una niña.
Asociación Trans-Aliadas
Tras recibir esas manifestaciones identitarias de su hijo, la familia decidió contactar con la asociación Euforia Familias Trans-Aliadas, con la que iniciaron el «proceso de transición social». Le cambiaron el nombre, una vez que el menor les manifestó que «quería ser reconocido fuera de casa». A partir de ahí, Alejandro llevó uniforme masculino en el colegio y con 5 años decidieron cambiarle el nombre que le adjudicaron al nacer.
Después de dar este primer paso, los padres solicitaron el cambio registral, que les fue denegado el año pasado. «Sin ni siquiera hablar con el niño alegaron falta de madurez», lamenta María José. Tras recurrir el auto, ahora el juez Darío Carpio Estévez Pérez ha admitido esta petición al entender que el menor cumple con los requisitos marcados para poder elegir libremente su identidad de género en base a lo que dictan el Tribunal Supremo y el Constitucional.
En su auto, el juez Estévez destaca que el niño «posee un grado de madurez muy elevado y ciertamente sorprendente pese a su corta edad» y también tiene en cuenta su «situación estable» después de que el menor expresara que «siempre quiso ser un varón».
La norma para este tipo de casos que será remitida ahora al Congreso de los Diputados para su debate establece que de 12 a 14 años los menores que quieran cambiar de sexo precisarán de la pertinente autorización judicial. La ley considera que no se puede negar a los menores su derecho a la identidad de género ni al libre desarrollo de la personalidad, pero sí fija tramos de edad.
«Te alivia ver que Alejandro no es el único caso», resume su progenitora en conversación con este diario. María José confía en que «valga de algo» y marque «un antes y un después» tras asegurar que la sociedad «siempre va uno, dos o tres pasos por delante de lo que marcan las leyes». Esta madre defiende que los menores tengan «el poder de decidir sobre sus vidas sin que nadie decida por ellas y sin necesidad de presentar informes de un equipo de psiquiatría o patología, porque no es ninguna enfermedad mental». Con este paso, espera abrir camino a otros niños trans.
«Desde el momento en que decidimos dar este paso y mostrar a la sociedad quién era, Alejandro empezó a ser Alejandro, no ha tenido ningún problema ni en el colegio ni con la familia. Es verdad que hay personas que preguntan, pero más por desconocimiento e ignorancia», explicó la madre.
«Posee un grado de madurez muy elevado pese a su corta edad», afirma el auto del juez del Registro