Gloria Trevi «Isabel Pantoja cumplió su condena, olviden ya el tema de la cárcel»
La diva mexicana visitará Marbella para actuar en el Festival Starlite junto a Mónica Naranjo el próximo 6 de agosto
L a carrera de Gloria
Trevi es la de una absoluta diva, pero con sus escándalos, sus auges y caídas, es también la de un Ave Fénix: «A veces me salen plumas por la boca», llegó a bromear en una ocasión ante María Casado. Cantante de temas que han llegado a número uno de las listas, cuatro años de cárcel por un delito que no cometió, la muerte prematura de su hija: su vida es como un culebrón de los buenos. El próximo 6 de agosto actuará con Mónica Naranjo en el Festival Starlite, lo que le hace mucha ilusión: «Conozco bien Marbella, pero siempre he estado de vacaciones. Después de tanto tiempo sin giras ni conciertos, quiero entregarme al público español». Con tantas mochilas a sus espaldas, la artista presume de convertir las desgracias en arte, así que aprovechamos las letras de sus canciones para conocerla mejor:
«El amor es un vicio. Soy adicta a las caricias». Gloria ríe mientras reconoce que lo suyo es puro deseo de contacto físico: «No solo a las caricias, a que me apachurren, a que me rompan las costillas con abrazos. Soy de todo o nada, es decir, solo se lo permito a la gente que yo quiero».
«Escote por delante, escote por detrás, pero solo le pido a Dios que no sea un delincuente, pero sola no me voy a quedar». Gloria tarda unos segundos en contestar, valorando la respuesta: «Exacto. Pero lo que realmente le pido a Dios es que si va a ser un delincuente, que al menos me quiera. Que sea delincuente con los demás, eso no me importa». Conviene recordar que su primer marido, Sergio Andrade, fue condenado a 7 años y 10 meses por rapto, violación agravado y corrupción de menores. Su actual marido, el abogado Armando Gómez, se enfrenta a una denuncia por blanqueo de capitales.
«Ensayando cómo pedirte perdón». A Gloria le preguntamos si perdonar es de cobardes o de valientes. Es rotunda: «De valientes. Tanto darlo como recibirlo. Tanto pedir perdón como ser perdonado. Yo he perdonado bastante, pero solo lo he hecho cuando me lo han pedido a mí antes. Lo que no voy a hacer es perdonar así a lo pendejo, mientras el otro no reconoce su culpa. Lo que no me gusta es vivir con rencor».
Gloria trabaja con una fundación que lleva el nombre de su hija, Ana Dalai, que ayuda a los niños nacidos en prisión. Además, es una ferviente defensora de la reinserción de aquellos que han cumplido su pena. Es el caso de
Isabel Pantoja, cuya historia Gloria conoce muy bien: «Ella cumplió su condena, ya olviden el tema de la cárcel. No se puede estar todo el tiempo removiendo el pasado porque ya bastante ha sufrido con el tiempo que pasó dentro. No es justo que la estigmaticen. Pero, bueno, para ella todavía está muy reciente, yo lo viví hace 20 años y algunos no me lo han perdonado». La idea de verlas cantando juntas, como todo el morbo que eso supondría, no se le ha pasado a nadie por la cabeza: «Pero me encantaría. Isabel es una leyenda».
«Al colectivo gay le debo mucho. Fueron los primeros en darme la mano para levantarme cuando salí de prisión»