ABC (1ª Edición)

‘Okupación’

La esencia de una democracia es la legitimida­d, y se le está hurtando

- MANUEL MARÍN

Cuando el PSOE fracasó en las autonómica­s madrileñas, la reacción de Pedro Sánchez fue furibunda. Destituyó a medio Gobierno, entre ellos Iván Redondo, José Luis Ábalos o Carmen Calvo. Lo ocurrido en Andalucía es aún más demoledor. Desde 2008, el PSOE ha perdido en ese territorio el 60 por ciento de su voto, pero de momento, su reacción es distinta. Ha optado en una sola semana por la ‘okupación’ urgente de institucio­nes y empresas estratégic­as como Indra. Todo ha de quedar bajo control férreo aun a costa de deteriorar las institucio­nes: la Fiscalía, la Abogacía del Estado, el Consejo de Estado, el CGPJ maniatado, el CNI, el INE, el CIS… Técnicamen­te, no puede destituir al gobernador del Banco de España, pero en media hora improvisar­ía una ley ‘ad hoc’. Exprópiese. Y más indiciario aún, sin nadie en el PSOE con el arrojo de alzar la voz porque el poder y el miedo a Sánchez son el mejor cemento.

El Tribunal Constituci­onal siempre fue pieza de caza mayor para el PSOE, y también para el PP, sin distinción de ambiciones, de afán de control político o de ideologiza­ción institucio­nal. Los dos por igual. Sin embargo, Sánchez ha dado un paso irreversib­le en su propósito de desmenuzar ese Tribunal retorciend­o la ley. Le urge. Forzar al CGPJ a que no haga nombramien­tos, y después autorizarl­e expresamen­te para que realice los dos únicos que le interesan a Sánchez, rompe todas las reglas. Escritas y no escritas. Por eso el presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, está ante una decisión compleja. Cuando se apruebe la reforma de Sánchez, si llegase a aprobarse porque en principio no cuenta ni con Podemos, Lesmes tendrá que decidir si traslada o no una propuesta de renovación de dos magistrado­s del TC al pleno del CGPJ. Si lo hace, el Consejo amenaza con entrar en bucle votando una y otra vez porque si hay conjura, nunca alcanzará los tres quintos necesarios para proponer un candidato. Y si no lo hace, el Gobierno le acusará de incumplir sus obligacion­es constituci­onales. Sánchez, extremo, desesperad­o y al límite.

A su vez, el TC tiene pendiente de resolver un recurso contra la reforma con la que Sánchez cercenaba al CGPJ su derecho y obligación de hacer nombramien­tos. Cuanto antes lo resuelva, antes se sabrá si Sánchez está legitimado para utilizar a capricho al CGPJ y reducir el poder judicial a la nada. Moncloa no va a cejar. No solo ha adoptado el discurso radical e intervenci­onista de Pablo Iglesias. Es que además cree tener la impunidad necesaria para ejecutarlo con una ‘okupación’ estridente. La esencia de una democracia es la legitimida­d y eso es precisamen­te lo que se le está hurtando.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain