Los menosprecios del campeón
∑Carlsen critica el juego de los ajedrecistas de la generación digital después de insinuar que podría no defender su título
Ocho gladiadores se matan en la arena de Madrid desde el día 17. Solo uno quedará en pie y recibirá como premio retar al campeón. El noruego Magnus Carlsen, de 31 años, ha insinuado que podría no estar interesado en defender su título, según quién gane el torneo de Candidatos. Renunciaría a él, porque solo le motiva enfrentarse al joven Alireza Firouzja, de 19 años, que está muy lejos de poder triunfar en el Palacio de Santoña. Entretanto, el número uno mira a los ocho candidatos por encima de la corona y analiza sus partidas sin piedad. Algunas de sus frases son más crueles que un jaque doble a la descubierta. Veamos: —Sobre el ruso Ian Nepomniachtchi
(31): «¡Qué desastre de apertura! Está volviendo a su verdadero yo, haciendo malos movimientos con rapidez». —Al francés Alireza Firouzja (19) primero lo abrumó con la presión extra de declarar que solo estaría interesado en defender su trono contra él y luego justificó su error de pronóstico: «¡Siempre está nervioso, independientemente de la situación!». Días antes, ya había repartido estopa entre Nepo y Firouzja: «Ninguno de los dos tiene la regularidad necesaria para estar en el nivel superior, aunque ambos tienen una posibilidad menor pero realista de ganar». —Al estadounidense Fabiano Caruana
(29) le lanzó algún elogio envenenado: «Me resulta difícil juzgarlo porque juega muy bien contra todos y luego muy mal contra mí». —Hikaru Nakamura (34), también americano, también recibió algún mensajito: «Probablemente jugará un torneo decente, pero no lo veo ganando suficientes partidas para tener una oportunidad real». Tras las primeras rondas, volvió a alternar el palo y la zanahoria: «Su primera partida fue horrible, pero después ha estado impresionante». Nakamura tampoco se corta. Una vez se refirió al noruego como Sauron, una referencia al Señor Oscuro de ‘El Señor de los Anillos’. Fue hace casi una década, pero los genios no olvidan.
Más tajante fue Carlsen con JanKrzysztof Duda (23) y Teimour Radjabov (34): «No creo que tengan ninguna posibilidad». Y por lo visto en el Palacio de Santoña, no iba desencaminado.
Viejas estrellas
Magnus no fue nada magnánimo, pero los comentarios del excampeón Vladimir Kramnik lo superan. El ruso, retirado de forma algo prematura del ajedrez de competición, ya que solo tiene 47 años, hizo sus valoraciones en un canal ruso en Youtube: «Nunca he visto tantas partidas malas en un torneo de alto nivel», aseveró. En otro momento, el hombre que derrocó a Kasparov dice que es «impresionante» la cantidad de «errores irracionales» que se están viendo en Madrid. «Me interesa mucho saber a qué se debe esto», agregó. «Los errores garrafales ocurren de vez en cuando en el ajedrez de élite, pero en este torneo no son episódicos». De Ding Liren, miembro del selecto club de 15 jugadores que han pasado alguna vez el listón de los 2.800 puntos Elo, afirmó tras su derrota en primera ronda que su nivel de juego parecía el de un 2.300.
Kramnik, por otro lado, ofrece una explicación al desastre. «Mi teoría es que esta nueva generación está muy influenciada por los ordenadores: tienden a calcular al máximo y a intentar forzar las posiciones. No se rigen por los principios generales ni utilizan tanto su intuición. No entiendo por qué siguen haciendo jugadas antiintuitivas, que además resultan ser obviamente malas». Y como seguro que alguno se preguntará por qué no juega él y derrota a todos, añade: «Probablemente cometería la misma cantidad de errores, pero al menos los míos serían razonables y tendrían una explicación».
En este sentido, Carlsen defiende hasta cierto punto a Caruana, a quien considera favorito, en parte por ser uno de los pocos capaces de sumar su inteligencia natural a la artificial: «Tiene más ideas en general, algunas sorprendentes, que los ordenadores no aportan».
Garry Kasparov (59), otro excampeón que ahora vive en Nueva York, aplaudió el «ajedrez de lucha» visto en España, pero señaló las carencias: «Estudien finales, jóvenes jugadores».
El español Miguel Illescas explica al público por qué Carlsen no es otro rehén de las máquinas. «Es el último jugador de una era, con todos sus fundamentos, y el primero de la siguiente. Por eso maneja bien la informática y cuida su preparación física».
Vladímir Kramnik Excampeón del mundo
«Estan muy influenciados por los ordenadores. No se rigen por los principios generales ni utilizan tanto su intuición»