LA REINA Y LAS PAREJAS DE LOS LÍDERES, FRENTE AL GUERNICA
La agenda paralela de la cumbre deja una de las imágenes más simbólicas
La agenda paralela que durante todo el día llevó ayer a la Reina a ejercer como anfitriona de las parejas de los jefes de Estado y de Gobierno de los países invitados a la cumbre de la OTAN terminó con una imagen cargada de simbolismo: con Doña Letizia y los acompañantes de los mandatarios posando frente al ‘Guernica’ de Picasso, un cuadro que muestra el horror de la guerra civil española al recordar los bombardeos que sufrió esta localidad vasca el 26 de abril de 1937. Ese mismo año, el artista malagueño pintó este mural, que desde entonces se convirtió en una alegoría universal de los horrores y atrocidades de los conflictos bélicos.
Hace 121 días que Rusia invadió Ucrania y, precisamente, hace casi tres meses que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, realizó su intervención por videoconferencia en el Congreso de los Diputados.
Allí habló del sufrimiento de los ucranianos y mencionó la obra de Picasso frente a la que ayer posaron la Reina y los acompañantes de los líderes de la OTAN, que se encuentra en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía. «Estamos en abril de 2022, pero parece abril de 1937 en Guernica», afirmó Zelenski.
Una vez realizada la fotografía, que será una de las imágenes de la 32 edición de la cumbre de la OTAN en Madrid, y después de contemplar otras obras de grandes artistas españoles, como Dalí o Miró; la Reina Letizia, junto a la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, y los demás acompañantes se dirigieron al restaurante Nubel, en la planta baja del museo.
Productos españoles
La comitiva la componían las parejas de los jefes de Estado y de Gobierno: Linda Rama (Albania), Agata Kornhauser-Duda (Polonia), Annik Penders (Bélgica), Brigitte Macron (Francia), Jill Biden (EE.UU), Andra Levite (Letonia), Diana Nausèdiene (Lituania), Gauthier Destenay (Luxemburgo), Lidija Dukanovic (Montenegro), Elizabeta Pendarovska (Macedonia del Norte), Juraj Rizman (Eslovaquia), Emine Erdogan (Turquía), Keon Hee Kim (Corea del Sur), Andri Anastasiades (Chipre), Lydia Abela (Malta) y Jodie Haydon (Australia), así como Ingrid Schulerud, la esposa del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Disfrutaron de un almuerzo ofrecido por Paradores, cuyo menú se elaboró con productos españoles y que fue maridado con vinos madrileños.
Degustaron una sopa fría de cerezas del Jerte, vieira confitada y huevas de arenque; zorongollo extremeño, trucha ahumada y torta del Casar; puerro de Sahagún confitado con tartar de cecina de vaca; blini de anchoa del Cantábrico, mazamorra y huevas de trucha; pulpo a la parrilla y patata gallega en pan de pimentón y buñuelo de cordero segureño, miel y pasas de corinto. De postre, una tarta cremosa de queso de Campo Real con helado de aceite de oliva virgen extra.
El almuerzo en el Reina Sofía fue la última parada de una agenda que comenzó a las diez y cuarto de la mañana en Segovia. Hasta allí se desplazaron desde Madrid en AVE las parejas de los jefes de Estado y de Gobierno. El tren en el que viajaron a Segovia y volvieron a Madrid –junto a la Reina, que realizó con ellos el trayecto de regreso– es de la serie 112, un modelo de fabricación española de la nueva generación para servicios comerciales en líneas de alta velocidad, que alcanza los 330 kilómetros por hora. Jill Biden acudió por su cuenta junto a sus nietas, Maisy y Finnegan.
La primera dama francesa y la polaca fueron directamente al Reina Sofía. Mareva Grabowsk (Grecia), Carmen Johannis (Rumanía) y Sanja Music Milanovic (Croacia) no participaron en las actividades de la agenda paralela.
En Segovia, la Reina recibió a los acompañantes en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso. Tras los saludos iniciales en la puerta de la escalera de nogal, se dirigieron a la Sala Victoria del Real Sitio, para un breve recorrido por el palacio siguiendo las explicaciones del guía. Después, visitaron los jardines, que incluyeron una parada en la fuente de las ocho calles, los baños de Diana, y fuente de las ranas. En esta última parada, se tomaron una fotografía en recuerdo de la visita. De vuelta al palacio, visitaron la exposición de tapices. El recorrido finalizó en el dormitorio del Rey, donde tomaron café.
La visita continuó en la Real Fábrica de Cristales de La Granja (Segovia), donde asistieron a una exhibición de vidrio soplado y visitaron un taller de tallado de piezas.