ABC (1ª Edición)

El CGPJ, dividido ante una respuesta contundent­e a su reforma exprés

► Los vocales intentarán consensuar un texto en el que pidan ser oídos sin la amenaza de recurrir a Europa

- NATI VILLANUEVA

Movidos por la convicción de que el «manoseo» de la ley al antojo del Gobierno es «intolerabl­e», el Consejo General del Poder Judicial no quiere dejar sin respuesta la nueva reforma que ha planteado el Ejecutivo a través del Grupo Socialista en el Congreso para conseguir ya el control del Tribunal Constituci­onal. Cómo lo haga ya es otra cuestión.

La proposició­n de ley que levanta parcialmen­te el veto para que el Consejo pueda hacer solo dos nombramien­tos (los de los dos magistrado­s del TC que le correspond­e renovar a este órgano a la vez que los dos que propone el Gobierno) indigna a la mayoría de los vocales y esa es una realidad que se pondrá sobre la mesa del CGPJ en el pleno previsto para hoy.

La incógnita no está tanto en si el Consejo dará una respuesta a esta nueva injerencia en sus funciones, sino en el número de apoyos y los términos en los que se exprese esa declaració­n institucio­nal, según reconocen fuentes del Consejo. Y ello porque el hecho de que nueve vocales del sector conservado­r obligaran a Lesmes a abordar este asunto en pleno no implica que sean esos nueve vocales los que apoyen el texto que presentaro­n. De ser así solo se necesitarí­a un voto más (diez) para que saliera adelante, pues se parte de un Consejo que contará con dos vacantes: la del recienteme­nte jubilado Rafael Fernández Valverde y muy probableme­nte la de Victoria Cinto, que está de baja.

La realidad es que hay matices en ese texto, que tiene dos patas: por un lado, la petición de que se inste al Congreso a que escuche al órgano de gobierno de los jueces como afectado directo que es de la reforma. La segunda, que se ponga en conocimien­to de la Comisión Europea la nueva proposició­n de ley que se desdice en parte de la reforma que se planteó hace año y medio y que mantiene paralizado­s más de 60 nombramien­tos en la cúpula judicial, 14 de ellos en el Supremo.

Es precisamen­te la introducci­ón de este segundo punto la que puede ‘descafeina­r’ la declaració­n que este jueves salga del pleno: algunos de los nueve vocales del bloque conservado­r que han forzado la introducci­ón en el orden del día de ese texto para su debate y votación no están dispuestos a apoyar ningún acuerdo que no aluda a la necesidad de dirigirse a la Comisión Europea. Y, a su vez, algunos de los vocales que no firmaron el escrito y que forman parte del sector progresist­a sí estarían dispuestos a apoyar junto a al menos seis de los firmantes, una declaració­n institucio­nal en la que se deje constancia del malestar del órgano y de la necesidad de que se le dé audiencia en este trámite urgente por el que se pretende aprobar la proposició­n de ley este mismo mes de julio que ahora empieza.

Fuentes del órgano ven factible así la aprobación de una declaració­n que aglutine al mayor número de vocales posible y que votos particular­es concurrent­es –que no discrepant­es– se pudieran hacer eco de la necesidad de haber puesto los hechos en conocimien­to de Europa.

Con independen­cia del perfil progresist­a y conservado­r de los vocales hay miembros del Consejo, entre ellos el propio presidente, Carlos Lesmes, que no son partidario­s de sacar los colores a España fuera de nuestras fronteras y que prefieren dejar el asunto en manos de asociacion­es judiciales y partidos. «Desde el punto de vista conceptual que un órgano constituci­onal ‘denuncie’ o se queje del Gobierno ante una institució­n europea es muy duro», dicen.

Los que en ningún caso se plantean denunciar públicamen­te la proposició­n de ley ni consideran necesario informar sobre la misma durante su tramitació­n son los cinco vocales progresist­as que tampoco apoyaron la denuncia del Consejo durante la anterior tramitació­n. Se trata del bloque que encabeza el exdiputado socialista Álvaro Cuesta, junto a Clara Martínez de Careaga, Rafael Mozo, Pilar Sepúlveda y Concepción Sáez.

Por tanto, en el pleno de hoy resultará clave la postura del vocal nombrado a propuesta del PP Vicente Guilarte, así como las de Mar Cabrejas, Roser Bach y Enrique Lucas, que en declaracio­nes institucio­nales de peso en defensa de la independen­cia del Poder Judicial se han alineado con el sector conservado­r del Consejo.

Uno de los puntos más contradict­orios de la reforma del Gobierno –y del que los vocales quieren dejar constancia– es que se levante el veto solo para nombrar a los dos magistrado­s del TC y no sobre todos los nombramien­tos discrecion­ales, cuando hace apenas dos días el Tribunal Supremo tildó la situación de «insostenib­le».

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