Cadena perpetua para el principal acusado de los atentados de París
Además de Salah Abdeslam, han sido condenados otros 19 procesados con penas de hasta 30 años
El Tribunal de París condenó ayer a Salah Abdeslam a cadena perpetua, sin posibilidad de reducción de condena, como principal responsable de las matanzas terroristas del 13 de noviembre de 2015, en París y Saint-Denis, que se cobraron 130 muertos y 400 heridos.
Salah Abdeslam, el principal y más peligroso de los terroristas islámicos, es reconocido culpable de los delitos de asociación de banda terrorista criminal y coautor de la matanza, tras el visionado de vídeos del Daesh, con testimonios directos de sus viajes de ida y vuelta a Siria y Europa. Se le considera directamente culpable de varios atentados y del transporte de explosivos. Su condena excepcional se desea «ejemplarizante».
Todos los acusados han sido reconocidos culpables de la integridad de los muy diversos delitos juzgados, condenados de 20 a 30 años de cárcel.
El Tribunal justificó su sentencia con un análisis de 120 páginas, analizando el comportamiento de los otros terroristas islámicos condenados como Mohamed Abrini, «perfectamente integrado y activo en la célula terrorista»; Mohammed Bakkali, que «tuvo un papel primordial en la logística de los asesinatos»; Osama Krayem, quien «participó activamente en los trabajos de la asociación de criminales»; o Sofien Ayari que aceptó «su participación directa en acciones criminales en Europa»... Todos ellos «soldados» de la «guerra santa» contra la civilización occidental.
Salal Abdeslam (32 años), condenado a cadena perpetua, había subrayado personalmente la verdadera dimensión profunda del proceso, con esta declaración de principios: «Soy un soldado de Alá, y Mahoma es su profeta». Más allá de una pavorosa matanza terrorista, el Tribunal de París también ha juzgado esa dimensión «religiosa» del proceso: la sociedad libre defendiéndose contra la barbarie criminal.
Los autores de los atentados de París se decían «soldados» de un «ejército» en guerra religiosa, islámica, contra Francia y la civilización europea. Los asesinos habían elegido sus «blancos» con cierto «rigor religioso». En SaintDenis se atentaba y derramaba sangre en una geografía histórica capital. En Saint-Denis se encuentra la basílica donde están enterrados todos los reyes de Francia, muy cerca del Estadio de Francia, templo donde se celebran los grandes acontecimientos deportivos nacionales e internacionales .
Matanza en Bataclan
En el este de París, los asesinos eligieron terrazas que simbolizan el triunfo y el atractivo de la libertad y la vida nocturna parisina. En la sala de fiestas Bataclan, la matanza se perpetraba en otro símbolo de la vida occidental moderna: un centro de «comunión» musical para jóvenes educados en la libertad sin fronteras de los conciertos.
Durante los últimos días del proceso, Abdeslam y otros acusados pidieron «perdón» y «clemencia». Varios letrados expresaron su indignación ante esas declaraciones «indecentes e infames», viniendo de asesinos coautores de atroces matanzas convertidas en símbolos pavorosos de la «guerra santa» del terrorismo islámico.