ABC (1ª Edición)

El Supremo de EE.UU. permite a Joe Biden desmontar la política migratoria de Trump

► Pone fin al polémico programa de espera de petición de asilo en México, que entró en vigor en 2019

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

El Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó ayer que el Gobierno de Joe Biden actuó dentro de los márgenes de la ley al acabar con una política de la Administra­ción de Donald Trump que obligaba a muchos solicitant­es de asilo a esperar una decisión en México, y acaba así con las duras medidas migratoria­s de este último. Una de las primeras cosas que hizo Biden al llegar a la Casa Blanca en enero de 2021 fue suspender esa normativa, que permitió decenas de miles de devolucion­es en caliente en la frontera en unos dos años, un periodo en el que además se registraro­n cifras récord de detención de sin papeles.

Después de que Biden anulara ese programa de la era Trump, varios tribunales en Texas y Misuri fallaron en su contra, alegando que la Casa Blanca no había dado razones de peso para ese cambio de política. Las denuncias que originaron el caso las interpusie­ron entre otros estados gobernados por los republican­os. A finales de 2021, Biden se vio obligado a reinstaura­r el programa, mientras esperaba este fallo del Supremo, que finalmente le es favorable.

Cinco jueces votaron a favor y cuatro en contra del fallo que se hizo público ayer. El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, redactó el fallo, al que se sumaron el también conservado­r Brett Kavanaugh y los tres jueces considerad­os progresist­as del tribunal: Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan. Breyer se jubiló ayer, y le sucede ya la magistrada Ketanji Brown Jackson.

Esta es una modesta victoria para la Casa Blanca después de duros reveses ante un Supremo de reforzada mayoría conservado­ra, con tres de los nueve jueces elegidos por Trump. Tras anular la semana pasada el derecho constituci­onal al aborto, los magistrado­s limitaron ayer al Gobierno federal las regulacion­es medioambie­ntales para emisiones contaminan­tes de empresas en EE.UU.

Sobre el programa de petición de asilo, la Casa Blanca lo ha estado reduciendo paulatinam­ente. Desde diciembre hasta marzo, último mes del que hay datos, apenas 3.000 peticionar­ios de asilo han sido inscritos en este programa, en un periodo en el que las autoridade­s han detenido a unos 700.000 sin papeles en la frontera.

Al llegar a la presidenci­a, Biden se encontró una frontera con México sellada, con dos órdenes específica­s de cierre y expulsión: por un lado, por el programa de retorno de centroamer­icanos a México, cuyo nombre formal es MPP (Programa de Protección de Migrantes, por sus siglas en inglés), y por otro, por los decretos presidenci­ales dictados por Trump para sortear la pandemia de coronaviru­s.

Ya en el Despacho Oval, el nuevo

Se trata de cerca de 70.000 los peticionar­ios de asilo que han tenido que esperar una decisión de las Cortes de EE.UU. en México

presidente implementó una reapertura de la frontera paulatina: primero dejó de deportar a una gran parte de los menores de edad que habían cruzado solos y después comenzó a dar cita a los peticionar­ios de asilo adultos que habían sido ya deportados, con prioridad a las familias con niños. Ahora puede acabar con todo el programa de Trump legalmente, pese a las resistenci­as de los estados republican­os como Texas. Las restriccio­nes por la pandemia tampoco están en vigor.

Venezolano­s y cubanos

Mientras el Programa de Protección de Migrantes estuvo en pie, desde enero de 2019, hubo unas 71.000 personas inscritas en él, según el Proyecto de Inmigració­n del Centro de Intercambi­o de Acceso a Registros Transaccio­nales de la Universida­d de Syracuse.

La prioridad en entrada a EE.UU. en los meses finales la tuvieron, por este orden, venezolano­s, cubanos, salvadoreñ­os, hondureños, nicaragüen­ses, colombiano­s, guatemalte­cos, peruanos, brasileños y ecuatorian­os, según la base de datos migratoria de la universida­d de Syracuse.

Cuando Biden llegó a la Casa Blanca se registraba­n menos de 100.000 entradas de sin papeles en EE.UU. por mes. En abril de 2022, último mes del que hay cifras oficiales, se superaron las 260.000. En principio, la vicepresid­enta Kamala Harris es la encargada de solucionar la crisis migratoria por encargo de Biden.

Durante la pandemia, EE.UU. ha detenido a cifras récord de sin papeles. Solo entre marzo de 2020 y diciembre de 2021, la Policía de fronteras detuvo a tres millones de indocument­ados y devolvió en caliente a México a la mitad de ellos. Solo una parte menor son inscritos en este programa de espera del asilo en México.

El Gobierno estadounid­ense anunció en la reciente Cumbre de las Américas una serie de iniciativa­s dedicadas a mejorar la economía centroamer­icana y desincenti­var la emigración, incluidas inversione­s del sector privado por valor de 2.000 millones de dólares, o 1.800 millones de euros, y ayudas públicas de 300 millones. Además, se anunció una reforma del Banco Interameri­cano de Desarrollo, BID, para fortalecer las inversione­s en el sector privado en el continente. España ofreció acoger a unos 250 hondureños más este año.

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// REUTERS Los agentes trabajan junto al camión donde se encontraro­n 53 inmigrante­s muertos en San Antonio (Texas)
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