Penas de 1 a 4 años de cárcel por el acoso a un pobre o un gitano
Tras la ‘ley Trans’ de cuño morado, aprobada en segunda vuelta el pasado lunes en La Moncloa, en esta semana del Orgullo LGTBI ayer el PSOE quiso hacer lo propio en el Congreso, dando el pistoletazo de salida a la llamada ‘ley Zerolo’, que pretende acabar con todas las discriminaciones de trato e introduce por primera vez castigos de uno a cuatro años de cárcel para quien acose a los pobres (aporofobia) o cometa discriminación contra la población gitana por razones étnicas o raciales.
El Pleno del Parlamento avaló todas las enmiendas procedentes del Senado a la Ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación, que, entre otros asuntos, obliga a sitios web y aplicaciones informáticas a cumplir los requisitos de accesibilidad para «garantizar» la igualdad en el acceso de usuarios con discapacidad y personas mayores (facilitar los recursos en lengua de signos, por poner un ejemplo). Además, incluye un nuevo concepto de ‘segregación’ como práctica discriminatoria y modifica el artículo 22 del Código Penal para tipificar el antigitanismo como delito de odio.
«Sin el PSOE no se hubiera conseguido, pese a quien le pese», exhortó en el debate la diputada socialista Beatriz M. Carrillo. La parlamentaria del Grupo Popular María Auxiliadora Pérez admitió «compartir desde el inicio la filosofía de la ley», pero afeó la falta de rigor en un texto que no «conjuga las políticas contra la discriminación con la seguridad jurídica y la libertad individual», razón por la que presentó más de 60 enmiendas, de las que solo se aceptaron unas pocas, se quejó.