La memoria de Ortega Lara y Miguel Ángel
Y Su Sanchidad firmando la Ley de Memoria Democrática con los herederos de los asesinos
ESTOS días se cumplen veinticinco años de la liberación de Ortega Lara tras año y medio de tortura y cautiverio en aquel zulo de Mondragón. Y otros tantos del asesinato cobarde de Miguel Ángel Blanco. Momentos clave de la reciente historia de España. Más allá del recuerdo de aquellas bestialidades, me surgen unas cuantas preguntas a la vez y me entran ganas de vomitar entre el miedo que debieron pasar los mártires y el sinsentido repugnante de la situación actual.
1. Usted a quién prefiere: ¿A Ortega Lara o a Otegi? ¿Con quién se tomaría un café? ¿Con cuál de los dos pactaría cualquier ley, incluso, sin tener en cuenta las siglas de Vox o de Bildu?
2. Aquel día, el periódico ‘Egin’ tituló: «Ortega Lara vuelve a la cárcel». En ese panfleto trabajaba la tal Mertxe Aizpurúa, hoy la batasuna socia del Gobierno en el Congreso. Y todavía nos da lecciones de democracia y de ética.
3. ¿Cómo es posible que de 30 de edad hacia atrás... la mayoría de los españoles no sepan nada de aquellos años de plomo? ¿Dónde queda la dignidad de las víctimas?
4. A consecuencia de aquella liberación por parte de la Guardia Civil, ETA, en respuesta, secuestró y torturó hasta la muerte a Miguel Ángel Blanco. ¿Se acuerdan? ¿Dónde estaban aquel sábado cuando mataron al concejal del PP?
Y 5. Conviene recordarle a Sánchez que, además de los cenáculos y los puros, la gente vota también por estas cosas. Por esos recuerdos. Por el honor de las víctimas del terrorismo. La gente que no asiste ni fuma puros en los cenáculos de la villa de Madrid (no se puede ser más cursi, redicho, ni hortera) vota en contra de que le escupan en la conciencia y en el recuerdo de sus víctimas.
Y un último apunte. Aquel guardia civil que lideró el operativo, el por entonces capitán Manuel Corbí, llegó a coronel jefe de la UCO. Y hoy está en la empresa privada, tras ser fulminado y humillado por Marlaska, mientras los asesinos y secuestradores de Miguel Ángel y Ortega Lara se pasean por sus pueblos tan campantes. ¡Qué papelón, Marlaska, qué papelón!
PD: El próximo fin de semana se recordará a Miguel Ángel Blanco en Ermua. Y, cómo no, a los actos se ha apuntado Sánchez. Con todo su cinismo infinito. Con sus santos... asesores. Y mientras, Su Sanchidad, firma la Ley de Memoria Democrática con los asesinos y secuestradores a la vez que pondrá cara de compungido bajándose del Falcon.