Agenda doméstica: recuperar el discurso ‘antiestablishment’
► Acusa por primera vez a PP y Vox de estar supeditados a los intereses del dinero
Los «poderes económicos» y sus «terminales mediáticas y políticas» vienen a por nosotros, pero «no nos quebraremos». Es, en síntesis, el novedoso mensaje que desde el fin de semana pasado viene poniendo en práctica, por tierra mar y aire, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE. Lo dijo Pedro Sánchez el 25 de junio durante la rueda de prensa que ofreció en La Moncloa después de que el Consejo de Ministros, reunido un sábado de manera extraordinaria, aprobase otro decreto de ayudas contra la inflación y diese también luz verde a la creación de un nuevo impuesto a los «beneficios extraordinarios de las energéticas». Y lo ha repetido, siempre en mensajes para la audiencia española, durante una semana en la que la cumbre de la OTAN le ha hecho intensificar su agenda mediática, que ha incluido también medios extranjeros.
En la Ser (la única emisora a la que concede entrevistas desde que fue investido presidente) y en La Sexta repitió el argumento y remarcó, irónico, que «no estoy descubriendo América». Fue incluso un paso más allá al acusar al PP y Vox de no representar proyectos políticamente «autónomos», sino supeditados a esos «oscuros y ocultos» intereses que estarían poniendo piedras en el camino del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos por iniciativas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o como ese nuevo gravamen a compañías eléctricas y petroleras, que se vehiculará a través de una proposición de ley conjunta de los socialistas y los morados. La intención es que entre en vigor el 1 de enero, aunque aplicándose a los beneficios de esas empresas en 2022.
Giro discursivo estratégico
El giro discursivo llevado a cabo por Sánchez, y la asunción de las medidas fiscales expeditivas que planteaba la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, responden también a la estrategia propugnada desde hace tiempo por un sector del PSOE ante la pérdida de votantes que se confirmó el 19-J en Andalucía, como antes en otras citas autonómicas, como Castilla y León o Madrid.
Para estos dirigentes, más próximos al secretario de Organización, Santos Cerdán, que a la número dos, Adriana Lastra, la prioridad en lo que queda de legislatura deben ser las medidas económicas de choque e impacto, antes que las centradas en la agenda feminista, incluida la ambiciosa «abolición» de la prostitución que abandera Lastra.