‘Dos años y un día’, una vuelta por el género carcelario
► Atresplayer Premium estrena esta serie de humor con Arturo Valls como un presentador condenado por un chiste
En ‘Dos años y un día’, cuyo primer episodio estrena hoy Atresplayer Premium, se cruzan dos géneros. Uno es el carcelario, casi inédito en la televisión española. Hace siete años, Antena 3 estrenó ‘Vis a vis’, un ‘thriller’ ambientado en una cárcel privada de mujeres, cuya inocente protagonista entra de sopetón en un mundo ajeno. Dicha narrativa, la del ‘pez fuera del agua’, es fértil para el drama, pero también para la comedia. Así sucede en ‘Dos años y un día’, cuyo protagonista, un famoso presentador de televisión, tiene que cumplir la condena mínima tras bromear sobre la virgen durante un pregón.
Y aquí se introduce el otro género, la metacomedia (‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’, ‘Mira lo que has hecho’), pues este ‘cuñado’ al que todos conocen por su concurso de televisión es interpretado por Arturo Valls, otro ‘gañán’. Aquí se llama Carlos Ferrer y tiene una novia pija pero no tonta a la que interpreta Amaia Salamanca. La escena donde la pareja se despide es un buen indicativo del espíritu de la serie: ella le regala las memorias de Isabel Pantoja como presa y ambos acuerdan abrir la relación. Él acabará pidiendo un vis a vis, pues es escucharla y quedarse roque.
La serie creada, entre otros, por Miguel Esteban y Raúl Navarro (‘El fin de la comedia’, ‘El vecino’) está repleta de referencias populares. El presentador sustituto del protagonista es Juanra Bonet, al que detesta la directora de la cárcel, una ‘mosquita muerta’ a la que interpreta Adriana Torrebejano, que aprobó la oposición gracias al dinero que ganó en el mismo concurso.
El humor de ‘Dos años y un día’ es absurdo, surrealista, pero se intuye la voluntad de dar la vuelta a los clichés del género carcelario (incluso en lo racial y lo religioso) y de dar un corazoncito a todos sus presos, incluso al más peligroso, un ruso con acento sevillano y devoto. Lo mejor es Javier Botet como compañero de celda.