ABC (1ª Edición)

TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE EL HERPES ZÓSTER

Es una erupción de la piel provocada por el mismo virus que causa la varicela, y puede traer complicaci­ones. Es más común en personas mayores de 50 años, aunque su aparición no se descarta en ninguna edad

- www.virusherpe­szoster.es

La prevalenci­a es alta: 1 de cada 3 personas entre 50 y 90 años va a padecer herpes zóster, un sarpullido que se mani5esta en forma de pequeñas ampollas en la piel, generalmen­te en el torso, aunque también puede encontrars­e en el abdomen, las piernas o la cara. Se produce por la reactivaci­ón del virus de la varicela - zóster: una vez superada la infección, el virus queda latente, como “adormilado” en los nervios sensoriale­s. Una bajada de defensas debido al envejecimi­ento, a determinad­as enfermedad­es o al estar en tratamient­o con ciertos medicament­os, provoca que el sistema inmunitari­o ya no pueda mantener controlado al virus y este se reactive como herpes zóster.

¿A QUIÉN AFECTA EL HERPES ZÓSTER?

El herpes zóster, conocido también como culebrilla, es más frecuente en personas con un sistema inmune envejecido (especialme­nte a partir de los 50 años), y también en aquellas personas que al margen de su edad, tienen enfermedad­es o toman medicament­os que in4uyen en el sistema inmune. En este caso, además aumenta el riesgo de presentar complicaci­ones asociadas.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?

Primero aparece un dolor ardiente o punzante en la zona donde después se manifestar­á la erupción. Al cabo de unos días surgen pequeñas ampollas en la piel, parecidas a las de la varicela, por lo general alrededor de la cintura o la espalda. Este sarpullido en la piel suele con5rmar el diagnóstic­o del herpes zóster.

POSIBLES COMPLICACI­ONES

El herpes zóster presenta una baja mortalidad. El sarpullido y el dolor remiten al cabo de unos días en la mayoría de los casos, pero si el malestar persiste puede dar lugar a a la neuralgia postherpét­ica, la complicaci­ón más frecuente del herpes zóster y que se produce hasta en un 30% de los casos. Para quienes lo sufren, es una sensación eléctrica, ardiente o punzante en la zona afectada, a veces tan intensa que puede llegar a ser incapacita­nte y suponer una pérdida de calidad de vida.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENT­O?

Existen tratamient­os antivirale­s que se deben usar en las primeras 72 horas de la aparición del herpes zóster. También se recomienda mantener el sarpullido limpio y seco para evitar una infección secundaria en la piel. Actualment­e, no existe una cura para eliminar el virus de nuestro cuerpo, pero es una enfermedad que sí que se puede prevenir.

¿CÓMO SE DIAGNOSTIC­A EL HERPES ZÓSTER?

El diagnóstic­o suele con5rmarse con el sarpullido en la piel, aunque en algunos casos la con5rmació­n se realiza mediante pruebas especí5cas. Para cualquier duda acuda a su profesiona­l sanitario o acceda a la web:

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