Ustedes son formidables
El Ejecutivo acusa a Núñez Feijóo de participar en una conspiración como la del 11-M
Isabel Rodríguez Portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial
Los datos de empleo son formidables –así los calificó ayer Pedro Sánchez, nada más verlos– y no se hable más. Cualquier desviación típica de la exégesis oficial de la estadística entra en el terreno de la herejía. El negacionismo de lo formidable no es una opción, salvo para quienes se mueven entre las sombras de «los poderes visibles e invisibles» a los que también ayer se refirió Rodríguez Zapatero, expresidente que abunda en la semántica de la conjura en la que según La Moncloa participan los «poderes ocultos» y las «terminales mediáticas» que pretenden derribar al Gobierno. Negar la evidencia económica, como hace el Ejecutivo, es un ejercicio de patriotismo; negar lo formidable, en cambio, es alta traición. Como la pescadilla, el negacionismo se muerde la cola en una España en la que la crítica es ya sinónimo de contubernio. La portavoz del Gobierno dio ayer un paso adelante en el proceso de deslegitimación y cancelación del debate público al acusar al líder del Partido Popular –hombre aparentemente sereno, quizás agente doble, presunto tapado de una confabulación latente– de participar en «una estrategia de conspiración» que le recuerda a «aquella del 11-M en otros tiempos». Quizá resulte más fácil averiguar quién niega qué en la España cifrada del INE y el CIS que determinar quién conspira y para qué. Aceptar el negacionismo de la realidad es tanto como normalizar una irrealidad en la que disentir equivale ya a conspirar, como en el 11-M, cuando la España de Rubalcaba se puso a buscar sin GPS y con SMS un Gobierno que no mintiera.