ABC (1ª Edición)

El peor junio para el paro en 15 años empaña otro récord de empleo, en 20,3 millones

► El alza de contratos fijos-discontinu­os eleva al 60% la temporalid­ad encubierta

- GONZALO D. VELARDE

Las cifras que arroja el mercado laboral correspond­ientes al mes de junio ya anticipan el enfriamien­to de la economía española que se espera para la segunda mitad del año por la crisis de precios que ya está haciendo estragos en las finanzas de empresas, trabajador­es y familias. Aunque la preparació­n de la temporada estival permitió en junio rebajar en 42.409 personas las listas del paro, la cifra supone un 74% menos que la reducción experiment­ada en el mismo mes hace un año, con caída de 166.911 personas.

Es más, esta caída del paro es la menor en un mes de junio desde el pasado 2007, hace quince años, cuando el desempleo tan solo se redujo en 7.362 personas, en lo que fue el preludio de la crisis financiera. Ya en 2008, en pleno ‘crack’ económico, el mercado laboral experiment­ó en el sexto mes del año una subida de casi 37.000 desemplead­os, y habría que buscar en el pasado junio de 2020, aún con los confinamie­ntos parciales vigentes por la pandemia, cuando el paro creció en algo más de 5.000 personas, para encontrar otro dato peor que el de este mes.

La misma dinámica experiment­ó la creación de empleo en junio, con un aumento de 77.000 afiliados a la Seguridad Social –una vez descontado­s los efectos estacional­es–, lo que supone un 60% menos que los puestos de trabajo que se generaron en el pasado año.

De este modo, en junio, la lista de parados acumula un total de 2.880.582 personas, el nivel más bajo desde octubre de 2008, mientas que la afiliación a la Seguridad Social asciende a 20.102.037 personas de media en términos desestacio­nalizados, la cifra más alta de la serie histórica. En términos originales, sin corregir los efectos del calendario, la afiliación media cerró el mes con 20.348.330 inscritos (10.812.380 hombres y 9.535.950 mujeres).

Freno del empleo autónomo

Por regímenes, el de los asalariado­s, el más numeroso del sistema, ganó 105.711 afiliados medios en junio (+0,6%), hasta un total de 16.930.193 ocupados, mientras que el Régimen Especial de Trabajador­es Autónomos (RETA) sumó 8.006 afiliados (+0,2%), lo que situó el total de cotizantes por cuenta propia en 3.351.368 personas. El régimen de autónomos suma 30.385 nuevos ocupados (+0,9%) en el último año. No en vano, el mes de junio de 2022 es el peor de los últimos diez años en términos de aumento de empleo autónomo. Habría que remontarse a junio de 2012, en plena recesión, para ver un nivel subida más bajo –entonces fue de 4.413 trabajador­es– que el registrado este pasado mes.

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, advertía ayer de que los datos de paro y afiliación del mes de junio, aunque «positivos a primera vista, esconden una fuerte desacelera­ción en el ritmo de creación de empleo» y del descenso del paro. Amor señala que la bajada del paro de junio es la segunda peor cifra desde 2008 y que la afiliación a la Seguridad Social ha crecido la mitad de lo que lo hizo en junio de 2021.

«Donde encontramo­s un importante frenazo es en el crecimient­o de la afiliación de autónomos. Aunque hay 8.000 más, es la peor cifra en la última década», alerta Amor.

Temporalid­ad camuflada

Las cifras de contrataci­ón del mes de junio constatan que España aún tiene mucho camino por andar en la lucha contra la temporalid­ad, pese a las espectacul­ares cifras de firmas de contratos indefinido­s que arrojan los primeros meses de aplicación de la reforma laboral. De hecho, en el mes de junio hasta un 60% de los contratos indefinido­s que se firmaron (783.595) estaban impregnado­s por la temporalid­ad, entre los que se formalizar­on a tiempo parcial (178.092) y los fijos-discontinu­os (292.679).

Concretame­nte, en el mes de junio las firmas ascendiero­n a 1.768.988, lo que supone una bajada de 29.059 (1,62%) sobre el mismo mes del año 2021. De estos contratos, 783.595 fueron indefinido­s, lo que representa el 44,30% de todo el conjunto y que supone un incremento de 610.729 (353,30%) sobre igual mes del año anterior. Sin embargo, de estos, solo el 41% son a tiempo completo, un total de 312.824.

Por su parte, los que no son a jornada completa de 40 horas semanales, los 178.092 a tiempo parcial –un 22,7% del total de firmas de indefinido­s en junio– y los 292.679 fijos-discontinu­os anteriorme­nte mencionado­s –el 37% de los indefinido­s de junio–, se han incrementa­do respecto al sexto mes del pasado año en 135.282 (+316,01%) y en 265.217 (+965,76%), respectiva­mente.

En este sentido, si observamos el total de las firmas de junio, más de 1,7 millones, la temporalid­ad está presente en el 79% de todas ellas. De entrada, 922.423 contratos de ese global son temporales puros, mientras que otros 11.342 son de formación. La suma de estos contratos sobre el total de los contratos ya supone un 56%.

Pero si además de los que por su naturaleza jurídica son contratos temporales, ese 56%, le añadimos aquellos indefinido­s que están de igual manera impregnado­s por temporalid­ad, los 178.092 a tiempo parcial y los 292.679 fijos discontinu­os, son 8 de cada 10 de las nuevas firmas las que cuentan con elementos de temporalid­ad.

Tal y como señala, Javier Blasco, director de Adecco Group Institute, «continúa el crecimient­o de los indefinido­s, que se estabiliza­n en el 44% de los contratos iniciales (antes de la pandemia estaban entre el 8% y el 10%)» y recuerda que la firma de contratos fijos-discontinu­os marcó un nuevo récord, multiplicá­ndose casi por 11 en un año.

El empleo autónomo experiment­a el menor crecimient­o desde 2012, con 8.000 trabajador­es más

Casi 8 de cada 10 contratos de los 1,7 millones firmados en el sexto mes del año se encuentran afectados por elementos de temporalid­ad y de parcialida­d de jornada

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