Muere el mando de la Guardia Civil al que hirió un delincuente
«Se nos ha ido uno de los más grandes». Los mensajes de pésame de decenas de agentes se sucedieron ayer en cuanto se confirmó la muerte del teniente coronel Pedro Alfonso Casado, de 50 años, jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil. Perico, como le llamaban todos, no pudo recuperarse del disparo de rifle que le atravesó el casco el viernes en Santovenia (Valladolid) cuando negociaba con un delincuente, atrincherado en una vivienda con un rehén.
Su estado era crítico desde el domingo pero se le mantuvo estable para donar sus órganos. «Hasta ese punto ha seguido sirviendo a España y salvando vidas», dice uno de sus amigos en el Cuerpo, que le recuerda como el primero que se presentaba en cualquier incidente extremo y regalaba a todos palabras de elogio, quitándose él cualquier mérito.
Llevaba al frente de la UEI desde 2016, unidad de élite en la que ha hecho toda su carrera desde que era teniente allá por el año 2000. Salió de la Academia de Zaragoza en 1998, como número uno de su promoción y poco después ya estaba en el GAR, la otra unidad insignia de la Guardia Civil, azote de comandos y delincuentes del peor pelaje.
Nacido en Vitoria y huérfano del Cuerpo, estaba casado y tenía dos hijas menores. Su historial es el de un héroe: siete cruces del mérito de la Guardia Civil, una de ellas de plata y otra con distintivo rojo y Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo, entre otros méritos. Previsiblemente se le concederá otra roja, pues ha fallecido en acto de servicio. No está claro aún si tendrá funeral oficial dado que su familia quiere despedirlo en la intimidad. «Velocidad y sigilo por la Patria», el lema de la UEI, ha marcado la vida de Perico, una unidad que por sus especiales características está devastada. Del último guardia al general retirado, todos le lloran. «Fue un profesional extraordinario, valiente, pero sensato, buen jefe, buen amigo de sus subordinados y respetado por sus jefes». Es el mensaje de uno de ellos, con una bandera de España, de luto, y un tricornio.