Ucrania reclama los activos rusos bloqueados para la reconstrucción del país
«La reconstrucción de un mundo libre y una Ucrania democrática es nuestro objetivo común», arranca la Declaración de Lugano firmada en Ginebra por más de 40 estados y organizaciones internacionales, entre los que figuraban representantes de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia.
La ministra alemana de Desarrollo, Svenja Schulze, presentó el documento a su regreso a Berlín como un compromiso de los donantes con la intención de que la reconstrucción económica de Ucrania vaya ligada a una reconstrucción política, que consistiría en una serie de reformas en consonancia con el proceso de adhesión a la UE.
En la conferencia celebrada en Ginebra, Ucrania ha cuantificado el volumen de financiación para la reconstrucción en alrededor de 750.000 millones de euros, una cantidad que podría todavía aumentar en función de la duración de la guerra y nuevos daños potenciales. El primer ministro ucraniano, Denys Schmyhal, calcula daños en infraestructuras por 100.000 millones de euros. El resto de la financiación irá destinado a reactivar una economía prácticamente en ruinas. Alemania ha comprometido en Ginebra 426 millones de euros adicionales en subvenciones y celebra el acuerdo para vincular las ayudas a la lucha contra la corrupción, que en la práctica significa desmontar el entramado de intereses levantado por los oligarcas ucranianos.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya advirtió en su intervención por videoconferencia del lunes que la tarea será «colosal», y el presidente de la Confederación Suiza, Ignazio Cassis, anfitrión del encuentro, afirmó en su declaración de clausura que la conferencia marca «una primera etapa en el largo camino hacia la reconstrucción de Ucrania».
La Declaración de Lugano trasciende las donaciones puntuales y señala que los firmantes «se comprometen plenamente a apoyar a Ucrania a lo largo de su trayectoria», orientada a la entrada en la UE. El documento subraya que «el proceso de recuperación debe contribuir a acelerar, profundizar, ampliar y lograr los esfuerzos de reforma (...), debe ser transparente y rendir cuentas al pueblo ucraniano». Insiste además en que el proceso debe ser «inclusivo y garantizar la igualdad de género», y pide que la reconstrucción de Ucrania sea «sostenible». Kiev se compromete por su parte a utilizar las ayudas con agilidad y transparencia. «Cuando decimos que estamos preparados para actuar
con rapidez, lo decimos en serio», ha garantizado Schmyhal, tras confirmarse el calendario de conferencias de seguimiento, la primera dirigida por la Unión Europea dentro de unos meses y una conferencia de donantes en 2023 que será acogida y organizada por Reino Unido. «Estoy convencido de que dentro de un año ya no hablaremos de un borrador de plan, sino de resultados, de proyectos exitosos y de oportunidades», ha dicho el primer ministro ucraniano, que ha solicitado en Ginebra que los activos rusos bloqueados por las sanciones internacionales sean entregados a Ucrania y puedan ser utilizados en el proceso de reconstrucción. A este respecto, el suizo Cassis ha recordado la importancia de «cumplir la ley», alejando así la posibilidad de que su país, en el que magnates rusos protegen sus fortunas, dé pasos en esa dirección.