Nace en Italia el Museo de Arte Salvado, único en el mundo
► Ubicado en el corazón de Roma, en las Termas de Diocleciano, acoge objetos arqueológicos y obras procedentes de excavaciones ilícitas y el tráfico ilegal, o halladas tras catástrofes naturales
Italia, un país al que le han robado y exportado ilegalmente parte de su patrimonio cultural, ha tenido la singular iniciativa de abrir el Museo dell’Arte Salvata (Museo de Arte Salvado). Es un proyecto único a nivel internacional, que simboliza el compromiso del país transalpino con la protección del patrimonio cultural. «Se demuestra una vez más cómo Italia tiene un liderazgo internacional en este sector», comentó el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini, al inaugurar el nuevo museo, situado en el corazón de Roma, en la Sala Octogonal, llamada Planetario, de las Termas de Diocleciano, a dos pasos de la Estación de Termini. El museo ha sido concebido como un lugar de tránsito, en el que las obras de arte recuperadas podrán ser guardadas y expuestas al público durante algunos meses, antes de volver a sus lugares de procedencia.
Será un museo en el que se explicará la historia que rodea a cada una de las obras rescatadas: ya sea restituida tras un trabajo de diplomacia cultural, recuperada por las investigaciones que hace el Comando de los Carabinieri dedicado a la tutela del patrimonio cultural, o por el trabajo de los Cascos Azules de la Cultura, o bien historias de obras encontradas bajo los escombros de los terremotos o salvadas por las restauraciones realizadas por el Instituto Central de Restauración.
Identidad de un pueblo
El ministro de Cultura destacó en la inauguración la importancia que tiene esta recuperación para la memoria histórica y valores colectivos, así como para la identidad de un pueblo: «Proteger y poner en valor estas riquezas es un deber institucional, pero también un compromiso moral: es necesario asumir esta responsabilidad frente a las generaciones futuras, para que puedan preservar, con estos testimonios, ese valor identitario que les permite reconocerse en una historia cultural común».
El director general de Museos, Massimo Osanna, ha explicado algunos detalles de la primera exposición del Museo de Arte Salvado, abierta hasta el 15 de octubre: «Entre los cientos de obras que la Unidad de los Carabinieri para la Tutela del Patrimonio Cultural trajo de Estados Unidos en 2021, se encuentra una serie de cerámicas y terracotas votivas y arquitectónicas de diferentes culturas del centro y sur de la Italia prerromana. La primera exposición que se presenta en el Museo del Arte Salvado, en la Sala Octogonal de las Termas de Diocleciano, está dedicada a una selección de estos materiales de gran importancia y constituye la primera etapa de un camino de investigación y puesta en valor que concluirá, después de la exposición, con las obras en sus territorios de procedencia». Entre las numerosas piezas de arqueología de diferentes civilizaciones, con objetos romanos, etruscos, de la Magna Grecia..., destacan el espléndido pez ático de figuras rojas con cabeza barbada del siglo V a.C. o la cabeza votiva de terracota del siglo IV a.C. de origen etrusco.
Grandes proyectos
La disposición del nuevo museo se compone de vitrinas y paneles modulares, de forma que permitan cada vez una disposición y exposición diferente de las obras. Formará parte del Museo Nacional Romano, es decir, el conjunto de museos de Roma divididos en cinco sedes en la capital italiana. «Estamos entusiasmados con esta primera exposición. Espero que el museo acoja grandes proyectos expositivos, actuando por un lado como ‘puerto seguro’ para aquellas obras que partirán
Aunque el Museo Getty ya devolvió al país unas 60 valiosas obras, todavía conserva al menos 350 piezas de origen italiano
de aquí hacia un emplazamiento definitivo, lejos de todo lo que pueda hacerles daño», comenta Stéphane Verger, director del Museo Nacional Romano. «Además, las obras serán sometidas a investigaciones –añadió Verger– para verificar el grado de autenticidad y procedencia: todo esto para captar cabalmente la importancia arqueológica, histórica y artística de los tesoros hallados y expuestos por primera vez al público».
Una excelencia italiana
La historia de las obras de arte de esta primera exposición es el reflejo de un dramático y continuo expolio, y al mismo tiempo un incesante y minucioso trabajo para mitigar el flagelo de las excavaciones ilícitas y tráfico ilegal de obras de arte. En esa tarea destaca el Comando de los Carabinieri para la tutela del patrimonio cultural, una excelencia italiana reconocida en todo el mundo.
Se explica así la satisfacción mostrada por el general Teo Luzi, comandante general de los Carabinieri en la inauguración del nuevo museo: «Ha sido una gran idea. Este museo encarna tres valores fundamentales: el de la protección, el de la legalidad y el de la esperanza. Hoy, más que ayer, hay una sensibilidad internacional hacia la protección del patrimonio propio. La recuperación internacional de un bien que vuelve a casa es un mensaje de legalidad internacional».
El trabajo realizado por el departamento de los Carabinieri dedicado a la protección del patrimonio cultural es una historia de grandes éxitos. Desde 1969, año de su creación, ha recuperado más tres millones de objetos y confiscado más de 1,3 millones de obras falsificadas. Pero también es una historia en la que el final feliz a veces es solo parcial, porque para muchas de estas maravillas, desenterradas y luego exportadas ilegalmente al extranjero y revendidas, lamentablemente no se puede indicar con certeza el lugar exacto de su origen.
Cabe destacar que la lucha que realiza Italia contra el mercado ilícito de bienes culturales está dando grandes pasos en los últimos años. Pero el camino es aún muy largo y hay muchas resistencias. Es el caso, por ejemplo, del Museo Paul Getty, donde en el pasado mes de marzo se descubrió un bello fresco saqueado de Pompeya.
Pero el museo de Los Ángeles, aunque ya devolvió a Italia unas sesenta valiosas obras de arte antiguo, todavía conserva al menos 350 piezas de antigüedades de origen italiano, fruto de excavaciones clandestinas, compradas a anticuarios, marchantes de arte de antigüedades y ‘traficantes’ de bienes culturales, según diversas fuentes.