Djokovic, en semifinales tras remontar dos sets a Sinner

Se clasifica Novak Djokovic para la semifinal de Wimbledon con un partido que explica por qué es uno de los tres mejores del mundo y, sin poder comparar con otras, de la historia. Fue Jannik Sinner quien sintió esa penúltima ronda tras dos primeros sets impecables; es Djokovic quien la jugará, con tres sets sublimes. Hay gesto serio, pasos irregulares, fallos y falta de convicción en la mano del serbio durante hora y media, pero es solo una ilusión que le permite al italiano; en realidad, el partido es de Djokovic, que muta en el paso por el servicio en el campeón que levantó diez títulos en 2011 y once en 2015, el que suma 26 victorias consecutivas en Londres, el que persigue su séptimo trofeo aquí y a Nadal en número de Grand Slams. Es el mismo Sinner, pero es otro Djokovic. El que llega, dos sets en contra, a todo lo que le propone el italiano, que es mucho y que ha funcionado en la primera hora y media de juego, que es mucho y empieza a no hacer ningún daño. Hay buenos reveses cruzados, pero cruza más Djokovic; hay intención en las dejadas, pero la elasticidad del serbio es infinita; hay peloteos largos desde el fondo, pero Djokovic manda en todos; hay buena estrategia, pero es más efectiva la del de Belgrado. Sinner aprende a las malas lo que significa jugar contra este Djokovic de hierba y orgullo, en semifinales, y son 43 en Grand Slam, once en Wimbledon, que ha ganado los tres últimos años. Se medirá el viernes con Cameron Norrie, verdugo de David Goffin, tras otra batalla a cinco sets: 3-6, 7-5, 2-6, 6-3 y 7-5.