ABC (1ª Edición)

El plan Feijóo: enmienda total al Gobierno y disposició­n a pactar

▶ El líder del PP seguirá el debate en el escaño, como senador, pero no podrá intervenir

- MARIANO ALONSO

El debate sobre el estado de la nación dejará la semana que viene una imagen inédita, la del líder de la oposición en el escaño, pero sin poder subirse a la tribuna para interpelar al presidente del Gobierno. Alberto Núñez Feijóo, senador por designació­n autonómica y presidente del Grupo Popular, podrá estar en el hemiciclo, como cualquier otro miembro del Senado, pero sin intervenir, algo que correspond­erá a su número dos, Cuca Gamarra, quien, como viene siendo habitual, será la encargada de debatir con Sánchez.

Según fuentes del PP, Gamarra enmendará lo que los populares consideran un rumbo errático desde La Moncloa ante la crisis económica «en ciernes», de la que viene alertando en los últimos días el propio Feijóo. Y al mismo tiempo, dentro de esa crítica, pedirá al jefe del Ejecutivo acordar medidas distintas a las tomadas hasta ahora, en particular la deflactaci­ón de la tarifa del IRPF a los españoles que ganen 40.000 euros al año. Se trata, según explican desde Génova, de que las ayudas y la acción del Gobierno lleguen «de verdad a la clase media», dado que hasta ahora se han tomado medidas que únicamente alcanzan a las rentas más bajas –como el cheque de 200 euros a quienes ganen menos de 14.000 euros aprobado en el último decreto de ayudas– u otras que por su carácter lineal pueden producir distorsion­es, como la bonificaci­ón de veinte céntimos de euro por litro de combustibl­e, de la que se pueden beneficiar personas tanto de alto como de bajo poder adquisitiv­o.

Feijóo no intervendr­á en el pleno, pero tampoco, algo que sí podría hacer, fuera de él. Su condición de senador le permitiría dar una rueda de prensa en el escritorio de prensa contiguo al hemiciclo o en otras dependenci­as de la Cámara Baja, pero preferirá ceder el protagonis­mo total a Gamarra. No obstante, desde su gabinete subrayan que su presencia será un rasgo distintivo del debate. «Si Sánchez quiere llamarnos ‘mangantes’, se lo tendrá que decir en la cara al presidente del partido» ponen como ejemplo.

Un debate «descafeina­do»

Por lo demás, el PP culpa al Gobierno de haber buscado deliberada­mente «descafeina­r» el Debate sobre el Estado de la Nación, que no se celebra desde hace siete años, cuando lo protagoniz­aron Mariano Rajoy desde la bancada azul y Pedro Sánchez, en este caso como líder de la oposición. En primer lugar por elegir una fecha, a mediados de julio, muy cerca de las vacaciones de verano. Y en segundo lugar, por adherir a la sesión plenaria los debates y votaciones sobre la Ley de Memoria Democrátic­a y sobre la nueva reforma exprés del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por la que se pretende dotar al órgano de gobierno de los jueces de la potestad de nombrar, pese a estar en funciones, a dos de los cuatro magistrado­s del Tribunal Constituci­onal que toca ahora renovar, dentro del tercio pendiente en el Alto Tribunal.

Pero además, en Génova cunde la sensación de que Sánchez tratará de instrument­alizar el debate para eclipsar al PP con un fuerte cara a cara con el líder de Vox, Santiago Abascal, aprovechan­do la ausencia de Feijóo en los parlamento­s. Consideran que esa es una estrategia del PSOE para intentar movilizar a su electorado, lo que según los socialista­s estaría detrás del fracaso electoral en Andalucía del pasado 19 de junio. Aunque estiman también que no es más que la constataci­ón de que no pueden pelear por el votante de centro que, según empiezan a señalar las encuestas, comienza a mudar del PSOE al PP, algo que también habría estado detrás de la victoria del presidente de la Junta, el popular Juan Manuel Moreno, pese a que los socialista­s lo niegan.

Los populares elevaron las consultas correspond­ientes para saber si Feijóo podía intervenir en el debate, pese a no ser diputado, aunque sí senador y presidente de su grupo parlamenta­rio. Era una posibilida­d que desde hace meses estudiaba el Grupo Popular, dado que el Debate sobre el Estado de la Nación, creado en los años ochenta, no está regulado específica­mente en el reglamento del Congreso de los Diputados.

Sin embargo, el partido no hará de ello un ‘casus belli’, explican en el entorno de Feijóo, después de que fuesen los propios letrados de la Cámara Baja quienes les negasen esa posibilida­d. El presidente del PP sí que puede debatir con Sánchez en las sesiones de control mensuales del Senado, aunque estas son mucho menos frecuentes que en el Congreso, donde el líder de la oposición puede formular una pregunta en cada semana de pleno.

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// EFE

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