Uno de los inmortales de ‘El Padrino’
OBITUARIO
James Caan (1940-2022) El actor, que seguía en activo, falleció a los 82 años después de rodar más de 130 títulos
James Caan, actor de larguísima trayectoria, en la que destaca por méritos propios ‘El Padrino’, falleció el miércoles a los 82 años. El personaje creado por Mario Puzo lo hizo inmortal bajo la dirección de Francis Ford Coppola, aunque en la cinta muere acribillado con una violencia que impresiona.
Nacido en el Bronx el 26 de marzo de 1940, acumuló una filmografía sobresaliente, en la que destacan ‘Un puente lejano’ (1977), ‘Jardines de piedra’ (1987) y ‘Misery’ (1990), entre otras. En televisión, destaca su participación en la serie ‘Las Vegas’.
En ‘El Padrino’, de la que se acaba de cumplir medio siglo, Caan fue elegido inicialmente para dar vida a Michael Corleone, papel que lanzó la carrera de Al Pacino. Caan contó que era cierto que el estudio quería despedir a Coppola: «No habríamos seguido si hubieran echado a Francis. Habríamos tirado a su sustituto por la ventana del piso 30».
James Caan estuvo nominado al Oscar, al Emmy y cuatro veces al Globo de Oro, pero no logró ninguno de estos galardones. Tampoco fue especialmente apreciado por la crítica, pese a su presencia imponente, cargada de una energía muy física, y a que sabía cómo seducir a la cámara. Jugó al fútbol americano en la Universidad de Míchigan y fue aficionado a las artes marciales.
James Edmund Caan era hijo de inmigrantes judíos procedentes de Alemania. En Nueva York se graduó en la escuela de interpretación Neighborhood Playhouse.
Su otra obra maestra es ‘El Dorado’, fabuloso wéstern de Howard Hawks en el que estuvo acompañado por Robert Mitchum y John Wayne, quien según desveló Caan hacía trampas en las partidas de ajedrez que jugaban en los descansos del rodaje.
El público también recuerda lo mal que lo pasaba su personaje en ‘Misery’, dirigida por Rob Reiner, donde daba vida a un escritor secuestrado por una admiradora demasiado vehemente, Kathy Bates, salida de la mente de Stephen King.
Con Coppola trabajó en otros tres títulos, ‘El Padrino. Parte II’, ‘Llueve sobre mi corazón’ y ‘Jardines de piedra’. La primera es una joya y las otras son dos buenas películas que no lograron el reconocimiento merecido.
Después de hacer algunas obras de teatro, Caan consiguió sus primeros papeles para la pequeña pantalla, con alguna serie tan conocida como ‘Los intocables’. En el cine, debutó sin acreditar en ‘Irma la dulce’ (1963), de Billy Wilder.
Trabajó para otros grandes directores, como Herbert Ross, Norman Jewison, Sam Peckinpah, Mel Brooks, Richard Attenborough, Alan J. Pakula, Steven Spielberg y Michael Mann.
La muerte de su hermana y su propia caída en el consumo de drogas lo llevó a su periodo más negro en los 80. Se casó cuatro veces y tuvo cinco hijos, de los que solo Scott Caan siguió sus pasos, de lejos.