Pepa Rus: «Las pedidas de mano me producen vergüenza ajena»
► La actriz, que se ha casado tras tener dos hijos y una hipoteca, nos recuerda el verano que vivió en Nueva York
Verano 2022. Pepa
Rus está de gira con el divertido monólogo ‘¡Viva la Pepa!’, dirigido por Juan Luis Iborra, en el que encarna a «una pobre desgraciada que vive al límite hasta que el destino la convierte en famosa». Lo efímero de este mundo viral «que crea mitos que luego derrumba cuando le conviene» es el motor de una obra «con un tono naíf que te conquista». De la locura de la fama sabe mucho, pues su personaje de Macu en la serie ‘Aída’ le sigue a todas partes como una sombra de la que no puede desprenderse.
Pepa Rus recuerda la locura de ser madre y actriz, pasando las mañanas con sus dos hijos, Lola y Diego, y las tardes en el teatro: «La conciliación es llevarte a tu bebé a los ensayos y amamantarlo entre cajas. El mío tenía siete meses cuando empecé con la obra... Se va a criar en los escenarios».
Ahora, Pepa ha probado el venero de la dirección, estrenando la función ‘Los profesionales’: «Al final, todo en esta profesión es una experiencia de la que sacas una lección. Como actriz, aprendes a obedecer, a veces sin entender las cosas. Como directora, me gusta compartir mi visión. Cada lado exige y ofrece algo diferente».
Este verano, Pepa ha vivido uno de los días más emocionantes de su vida: las bodas de oro de sus padres, que volvieron a casarse en una ceremonia en la que revalidaron sus votos: «Esas cosas tan románticas me gustan mucho... Pero para mis padres, no para mí. Yo puedo ser romántica en la intimidad, pero los grandes gestos, como las pedidas de mano, me dan vergüenza ajena». Pepa y su chico, Sergio Cintas, policía municipal al que conoció hace ya doce años, se han casado hace poco, casi a escondidas. La declaración de amor no pudo ser más prosaica: «Estábamos sentados en el sofá, cada uno con un crío en el regazo, hablando de la hipoteca y entonces me soltó, ‘pues habrá que casarse, ¿no?’ Y así fue la cosa, más que nada un trámite». Para celebrarlo, llevan en Cádiz una temporada disfrutando de los abuelos, del mar y de su tierra, antes de regresar a Madrid, para incorporarse a un proyecto televisivo que volverá a meterla en casa de millones de espectadores: «Pero ya sabes cómo es esto, hasta que no lo publique en mis redes no cuento ni mú».